Proyecto de
Constitución Federal de 1873
La Nación Española, reunida en Cortes
Constituyentes, deseando asegurar la libertad, cumplir la justicia y realizar
el fin humano a que está llamada en la civilización, decreta y sanciona el
siguiente Código fundamental:
Título preliminar
Toda
persona encuentra asegurados en la República, sin que ningún poder tenga
facultades para cohibirlos, ni ley ninguna autoridad para mermarlos, todos los
derechos naturales.
1. El derecho a la vida, y a la seguridad, y a la dignidad de la vida;
2. El derecho al libre ejercicio de su pensamiento y a la libre expresión
de su conciencia;
3. El derecho a la difusión de sus ideas por medio de la enseñanza;
4. El derecho de reunión y de asociación pacíficas;
5. La libertad del trabajo, de la industria, del comercio interior, del
crédito;
6. El derecho de propiedad, sin facultad de vinculación ni amortización;
7. La igualdad ante la ley;
8. El derecho a ser jurado y ser juzgado por los Jurados; el derecho a la
defensa libérrima enjuicio; el derecho, en caso de caer en culpa o delito, a la
corrección y a la purificación por medio de la pena.
Estos derechos son anteriores y superiores a toda legislación positiva.
Título I. De la Nación española
Artículo 1.- Componen la Nación
española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias,
Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba,
Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones
Vascongadas.
Los Estados podrán conservar las actuales provincias o modificarlas
según sus necesidades territoriales.
Artículo 2.- Las islas Filipinas,
de Fernando Poo, Annobón, Corisco, y los establecimientos de África, componen
territorios que, a medida de sus progresos, se elevarán a Estados por los
Poderes públicos.
Título II. De los españoles y sus
derechos
Artículo 3.- Son españoles:
1. Todas las personas nacidas en territorio español;
2. Los hijos de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de
España;
3. Los extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza;
4. Los que, sin ella, hayan ganado vecindad en cualquier pueblo del
territorio español.
La calidad de español se adquiere, se conserva y se pierde con arreglo a lo
que determinan las leyes.
Artículo 4.- Ningún español ni
extranjero podrá ser detenido ni preso sino por causa de delito.
Artículo 5.- Todo detenido será
puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial dentro de las
veinticuatro horas siguientes al acto de la detención.
Toda detención se dejará sin efecto o elevará a prisión dentro de las
setenta y dos horas de haber sido entregado el detenido al juez competente. La
providencia que se dictare se notificará al interesado dentro del mismo plazo.
Artículo 6.- Ningún español podrá
ser preso sino en virtud de mandamiento de Juez competente. El auto por el cual
se haya dictado el mandamiento se ratificará o responderá, oído el presunto
reo, dentro de las setenta y dos horas siguientes al acto de la prisión.
Artículo 7.- Nadie podrá entrar en
el domicilio de un español o extranjero residente en España sin su
consentimiento, excepto en los casos urgentes de incendio, inundación u otro
peligro análogo o de agresión procedente de adentro, o para auxiliar a persona
que necesite socorro, o para ocupar militarmente el edificio cuando lo exija la
defensa del orden público. Fuera de estos casos, la entrada en el domicilio de
un español o extranjero residente en España, y el registro de sus papeles o
efectos, sólo podrá decretarse por Juez competente. El registro de papeles y
efectos tendrá siempre lugar en presencia del interesado o de un individuo de
su familia, y en su defecto de dos testigos vecinos del mismo pueblo. Sin
embargo, cuando un delincuente hallado in fraganti y perseguido por la
autoridad o sus agentes se refugiare en su domicilio podrán éstos penetrar en
él sólo para el acto de la aprehensión. Si se refugiare en domicilio ajeno,
precederá requerimiento al dueño de éste.
Artículo 8.- Ningún español podrá
ser compelido a mudar de domicilio o residencia sino en virtud de sentencia
ejecutoria.
Artículo 9.- En ningún caso podrá
detenerse ni abrirse por la autoridad gubernativa la correspondencia confiada
al correo, ni tampoco detenerse la telegráfica.
Pero en virtud de auto de Juez competente podrán detenerse una y otra
correspondencia, y también abrirse en presencia del procesado la que se le
dirija por el correo.
Artículo 10.- Todo auto de prisión,
de registro de morada o de detención de la correspondencia escrita o
telegráfica, será motivado.
Cuando el auto carezca de este requisito o cuando los motivos en que se
haya fundado se declaren en juicio ilegítimos o notoriamente insuficientes, la
persona que hubiera sido presa, o cuya prisión no se hubiese ratificado dentro
del plazo señalado en el Artículo 65 o cuyo domicilio hubiese sido allanado, o
cuya correspondencia hubiese sido detenida, tendrá derecho a reclamar del Juez
que haya dictado el auto una indemnización proporcionada al daño causado, pero
nunca inferior a 500 pesetas.
Los agentes de la autoridad pública estarán asimismo sujetos a la
indemnización que regule el Juez cuando reciban en prisión a cualquiera persona
sin mandamiento en que se inserte el auto motivado, o cuando la retengan sin
que dicho auto haya sido ratificado dentro del término legal.
Artículo 11.- La autoridad
gubernativa que infrinja lo prescrito en los Artículos 5.º, 6.º, 7.º y 8.º
incurrirá, según los casos, en delito de detención arbitraria o de allanamiento
de morada, y quedará además sujeta a la indemnización prescrita en el párrafo
2.º del artículo anterior.
Artículo 12.- Tendrá asimismo
derecho a indemnización, regulada por el Juez, todo detenido que dentro del
término señalado en el Artículo 5.º no haya sido entregado a la autoridad
judicial.
Si el Juez, dentro del término prescrito en dicho artículo, no elevare a
prisión la detención, estará obligado para con el detenido a la indemnización
que establece el Artículo 10.
Artículo 13.- Ningún español podrá
ser procesado ni sentenciado sino por el Juez o Tribunal a quien, en virtud de
hechos anteriores al delito, competa al conocimiento y en la forma que éstos
prescriban.
No podrán crearse tribunales extraordinarios ni comisiones especiales
para conocer de ningún delito.
Artículo 14.- Toda persona detenida
opresa sin las formalidades legales o fuera de los casos previstos en esta
Constitución será puesta en libertad a petición suya o de cualquier español.
La ley determinará la forma de proceder sumarialmente en este caso, así
como las penas en que haya de incurrir el que ordenare, ejecutare o hiciere
ejecutar la detención o prisión ilegal.
Artículo 15.- Nadie podrá ser
privado temporal o perpetuamente de sus bienes y derechos, ni turbado en la
posesión de ellos, sino en virtud de auto o sentencia judicial.
Los funcionarios públicos que bajo cualquier pretexto infrinjan esta
prescripción serán personalmente responsables del daño causado.
Quedan exceptuados de ella los casos de incendio e inundación u otros
urgentes análogos en que por la ocupación se haya de excusar un peligro al
propietario o poseedor, o evitar o atenuar el mal que se temiere o hubiere
sobrevenido.
Artículo 16.- Nadie podrá ser
expropiado de sus bienes sino por causa de utilidad común y en virtud de
mandamiento judicial, que no se ejecutará sin previa indemnización, regulada
por el Juez con intervención del interesado.
Artículo 17.- Nadie está obligado a
pagar contribución que no se haya votado por las Cortes, o por las
corporaciones populares legalmente autorizadas a imponerla, y cuya cobranza no
se haga en la forma prescrita por la ley.
Todo funcionario público que intente exigir o exija el pago de una
contribución sin los requisitos prescritos en este artículo incurrirá en delito
de exacción ilegal.
Artículo 18.- Ningún español que se
halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser privado del derecho de
votar en las elecciones.
Artículo 19.- Tampoco podrá ser
privado ningún español:
1. Del derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra,
ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante;
2. Del derecho de reunirse y asociarse pacíficamente para todos los fines
de la vida humana que no sean contrarios a la moral pública;
3. Del derecho de dirigir peticiones individual o colectivamente a las
Cortes y a las demás autoridades de la República.
Artículo 20.- El derecho de
petición no podrá ejercerse colectivamente por ninguna clase de fuerza armada.
Tampoco podrán ejercerlo individualmente los que formen parte de una
fuerza armada sino con arreglo a las leyes de su instituto en cuanto tenga
relación con éste.
Artículo 21.- No se establecerá, ni
por las leyes ni por las autoridades, disposición alguna preventiva que se
refiera al ejercicio de los derechos definidos en este Título.
Tampoco podrán establecerse la censura, el depósito ni el editor
responsable para los periódicos.
Artículo 22.- Los delitos que se
cometan con ocasión del ejercicio de los derechos expresados en este Título
serán penados por los tribunales con arreglo a las leyes comunes y deberán ser
denunciados por las autoridades gubernativas, sin perjuicio de los que procedan
de oficio o en virtud de la acción pública o fiscal.
Artículo 23.- Las autoridades
municipales pueden prohibir los espectáculos que ofendan al decoro, a las
costumbres y a la decencia pública.
Artículo 24.- Las reuniones al aire
libre y las manifestaciones serán de día y nunca han de obstruir la vía pública
ni celebrarse alrededor de los Ayuntamientos, Cortes de Estado o Cortes de la
Federación.
Artículo 25.- Nadie impedirá,
suspenderá ni disolverá ninguna asociación, cuyos estatutos sean conocidos
oficialmente, y cuyos individuos no contraigan obligaciones clandestinas.
Artículo 26.- Todo español podrá
fundar y mantener establecimientos de instrucción o de educación sin previa
licencia, salvo la inspección de la autoridad competente por razones de higiene
y de moralidad.
Artículo 27.- Todo extranjero podrá
establecerse libremente en territorio español, ejercer en él su industria o
dedicarse a cualquiera profesión para cuyo desempeño no exijan las leyes
títulos de aptitud expedidos por las autoridades españolas,
Artículo 28.- A ningún español que
esté en pleno goce de sus derechos civiles podrá impedirse salir libremente del
territorio ni trasladar su residencia y haberes a país extranjero salvas las
obligaciones de contribuir al servicio militar o al mantenimiento de las cargas
públicas.
Artículo 29.- Todos los españoles
son admisibles a los empleos y cargos públicos, según su mérito y capacidad
probada.
El extranjero que no estuviere naturalizado no podrá ejercer en España
el sufragio ni cargo alguno que tenga aneja autoridad o jurisdicción.
Artículo 30.- Todo español está
obligado a defenderla Patria con las armas, cuando sea llamado por la ley, y a
contribuir a los gastos del Estado en proporción de sus haberes.
Artículo 31.- La enumeración de los
derechos expresados en este Título no implica la prohibición de cualquier otro
no declarado expresamente.
Artículo 32.- No será necesaria la
previa autorización para procesar ante los Tribunales a los funcionarios
públicos, cualquiera que sea el delito que cometieren.
El mandato del superior no eximirá de responsabilidad en los casos de
infracción manifiesta, clara y terminante, de una prescripción constitucional.
En los demás, sólo eximirá a los agentes que no ejerzan autoridad.
Artículo 33.- Cuando el Poder legislativo
declare un territorio en estado de guerra civil o extranjera regirán allí las
leyes militares.
En ningún caso podrá establecerse otra penalidad que la prescrita
previamente por la ley.
Artículo 34.- El ejercicio de todos
los cultos es libre en España.
Artículo 35.- Queda separada la
Iglesia del Estado.
Artículo 36.- Queda prohibido a la
Nación o Estado federal, a los Estados regionales y a los Municipios
subvencionar directa ni indirectamente ningún culto.
Artículo 37.- Las actas de
nacimiento, de matrimonio y defunción serán registradas siempre por las
autoridades civiles.
Artículo 38.- Quedan abolidos los
títulos de nobleza.
Título III. De los Poderes públicos
Artículo 39.- La forma de gobierno
de la Nación española es la República federal.
Artículo 40.- En la organización
política de la Nación española todo lo individual es de la pura competencia del
individuo: todo lo municipal es del Municipio; todo lo regional es del Estado,
y todo lo nacional de la Federación.
Artículo 41.- Todos los Poderes son
electivos, amovibles y responsables.
Artículo 42.- La soberanía reside
en todos los ciudadanos, y se ejerce en representación suya por los organismos
políticos de la República constituida por medio de sufragio universal.
Artículo 43.- Estos organismos son:
1. El Municipio;
2. El Estado regional;
3. El Estado federal o Nación.
La soberanía de cada organismo reconoce por límites los derechos de la
personalidad humana. Además, el Municipio reconoce los derechos del Estado, y
el Estado los derechos de la Federación.
Artículo 44.- En África y en Asia
posee la República española territorios en que no se han desarrollado todavía
suficientemente los organismos políticos, y que, por tanto, se regirán por
leyes especiales, destinadas a implantar allí los derechos naturales del hombre
y a procurar una educación humana y progresiva.
Título IV
Artículo 45.- El poder de la
Federación se divide en Poder legislativo, Poder ejecutivo, Poder judicial y
Poder de relación entre estos Poderes.
Artículo 46.- El Poder legislativo
será ejercido exclusivamente por las Cortes.
Artículo 47.- El Poder ejecutivo
será ejercido por los ministros.
Artículo 48.- El Poder judicial
será ejercido por Jurados y Jueces, cuyo nombramiento no dependerá jamás de
otros Poderes públicos.
Título V. De las facultades
correspondientes a los Poderes públicos de la Federación
1. Relaciones exteriores;
2. Tratados de paz y de comercio;
3. Declaración de guerra exterior, que ser siempre objeto de una ley;
4. Arreglo de las cuestiones territoriales y de las competencias entre los
Estados;
5. Conservación de la unidad y de la integridad nacional;
6. Fuerzas de mar y tierra y nombramiento de todos sus jefes;
7. Correos;
8. Telégrafos;
9. Ferrocarriles, caminos generales, medios oficiales de comunicación
marítima y terrestre y obras públicas de interés nacional;
10. Deuda nacional;
11. Empréstitos nacionales;
12. Contribuciones y rentas que sean necesarias para el mantenimiento de
los servicios federales;
13. Gobierno de los territorios y colonias;
14. Envío de delegados a los Estados para la percepción de los tributos y
el mando de las fuerzas militares encargadas de velar por el cumplimiento de
las leyes federales;
15. Códigos generales;
16. Unidad de moneda, pesos y medidas;
17. Aduanas y aranceles;
18. Sanidad, iluminación de las costas, navegación;
19. Montes y minas, canales generales de riego;
20. Establecimiento de la universidad federal y de cuatro escuelas normales
superiores de agricultura, artes y oficios en los cuatro puntos de la
Federación que se terminen por una ley;
21. Los bienes y derechos de la Nación;
22. Conservación del orden público y declaración del estado de guerra
civil;
23. Restablecimiento de la ley por medio de la fuerza cuando un motín o una
sublevación comprometan los intereses y derechos generales de la sociedad en
cualquier punto de la Federación.
Título VI. Del Poder legislativo
Artículo 50.- Las Cortes se
compondrán de dos Cuerpos: Congreso y Senado.
Artículo 51.- El Congreso se
compondrá de diputados, debiendo haber uno por cada 50.000 almas, y siendo
todos elegidos por sufragio universal directo.
Artículo 52.- Los senadores serán
elegidos por las Cortes de sus respectivos Estados, que enviarán cuatro por
cada Estado, sea cualquiera su importancia y el número de sus habitantes.
Título VII. De la celebración y
facultades de las Cortes
Artículo 54.- Las Cortes se reúnen
todos los años.
Artículo 55.- Las Cortes celebrarán
dos legislaturas anuales, que durarán, por lo menos, entre ambas, cuatro meses.
Las Cortes comenzarán su primera legislatura todos los años el 15 de
marzo, y su segunda el 15 de octubre.
Los diputados y senadores serán renovados en su totalidad cada dos años.
Artículo 56.- Cada uno de los
Cuerpos Colegisladores tendrá las facultades siguientes:
1. Formar el respectivo reglamento para su gobierno interior;
2. Examinar la legalidad de la aptitud de los individuos que la compongan;
3. Nombrar, al constituirse, su Presidente, Vicepresidente y Secretarios.
Artículo 57.- No podrán estar
reunidos uno de los Cuerpos Colegisladores sin que lo esté también el otro.
Artículo 58.- Los Cuerpos
Colegisladores no pueden deliberar juntos, ni reunirse sino en el caso o casos
que taxativamente expresa esta Constitución.
Artículo 59.- Las sesiones del
Congreso y del Senado serán públicas, excepto en los casos que necesariamente
exijan reserva.
Artículo 60.- Todas las leyes serán
presentadas al Congreso o por iniciativa de éste, o por iniciativa del
Presidente, o por iniciativa del Poder ejecutivo.
Artículo 61.- Las resoluciones de
las Cortes se tomarán a pluralidad de votos.
Para votar las leyes se requiere, en cada uno de los Cuerpos
Colegisladores, la presencia de la mitad más uno del número total de individuos
que tengan aprobadas sus actas.
Artículo 62.- Las Cortes podrán
tomar medidas que obliguen a los diputados y senadores a asistir a sus
sesiones.
Artículo 63.- El cargo de diputado
y senadores incompatible con todo cargo público, ya sea honorífico, ya
retribuido.
Artículo 64.- Los diputados y
senadores recibirán una indemnización que será fijada por las leyes.
Artículo 65.- Los ministros no
podrán ser diputados ni senadores, ni asistir a las sesiones sino por un
mandato especial de las Cámaras.
Artículo 66.- El Congreso tiene el
derecho de acusar ante el Senado al Presidente y los ministros; el Senado tiene
el derecho a declarar que ha lugar o no a la formación de causa, y el Tribunal
Supremo a juzgarlos y sentenciarlos,
Artículo 67.- Los senadores y los
diputados, desde el momento de su elección, no podrán ser procesados ni
detenidos cuando estén abiertas las Cortes, sin permiso del respectivo Cuerpo
Colegislador, a no ser hallados in fraganti. Así en este caso como en el de ser
procesados o arrestados mientras estuviesen cerradas las Cortes se dará cuenta
al Cuerpo a que pertenezcan, tan luego como se reúnan, las cuales decidirán lo
que juzguen conveniente.
Cuando se hubiere dictado sentencia contra un senador o diputado en
proceso seguido sin el permiso a que se refiere el párrafo anterior, la
sentencia no podrá llevarse a efecto hasta que autorice su ejecución el Cuerpo
a que pertenezca el procesado.
Artículo 68.- Los senadores y
diputados son inviolables por las opiniones y votos que emitan en el ejercicio
de su cargo.
Artículo 69.- Para ser diputado se
exige el carácter de ciudadano español y tener veinticinco años de edad; para
ser senador el carácter de ciudadano español y cuarenta años de edad.
Título VIII. Facultades especiales del
Senado
Artículo 70.- El Senado no tiene la
iniciativa de las leyes.
Corresponde al Senado exclusivamente examinar si las leyes del Congreso
desconocen los derechos de la personalidad humana, o los poderes de los
organismos políticos o las facultades de la Federación, o el Código
fundamental. Si el Senado, después de madura deliberación, declara que no, la
ley, se promulgará en toda la Nación.
Cuando el Senado declare que hay lesión de algún derecho o de algún
poder, o de algún artículo constitucional, se nombrará una comisión mixta que
someterá su parecer al Congreso. Si después de examinada de nuevo la ley el
Senado persiste en su acuerdo, se suspenderá la promulgación por aquel año.
Si al año siguiente reproduce el Congreso la ley, se remitirá al Poder
ejecutivo para su promulgación; pero si éste hiciera objeciones al Congreso se
volverá la ley al Senado y si el Senado insiste nuevamente se suspenderá
también la promulgación.
Por último, si al tercer año se reproduce la ley, se promulgará en el
acto por el Presidente y será ley en toda la Federación.
Sin embargo, al Poder judicial, representado por el Tribunal Supremo de
la Federación, le queda la facultad siempre de declarar en su aplicación si la
ley es o no constitucional.
Título IX. Del Poder ejecutivo
Artículo 71.- El Poder ejecutivo
será ejercido por el Congreso de Ministros, bajo la dirección de un Presidente,
el cual será nombrado por el Presidente de la República.
Artículo 72.- Al Poder ejecutivo le
compete:
1. Disponer del ejército de mar y tierra para seguridad interior y defensa
exterior de la Federación;
2. Disponer el empleo de las reservas, siempre que sean llamadas por una
ley;
3. Nombrar los empleados públicos de la Federación;
4. Distribuir los ingresos y hacer los gastos con arreglo a las leyes;
5. Emplear todos los medios legítimos para que se cumpla y se respete la
ley;
6. Facilitar al Poder judicial el ejercicio expedito de sus funciones;
7. Presentar a las Cortes memorias anuales sobre el estado de la
Administración pública, y proponer a su deliberación y sanción las leyes que le
parezcan conveniente;
8. Enviar a cada Estado regional un delegado con encargo expreso de vigilar
el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, y de los decretos y
reglamentos federales; pero sin autoridad ninguna dentro del Estado o del
Municipio;
Título X. Del Poder judicial
1. El Poder judicial no emanará ni del Poder ejecutivo ni del Poder
legislativo;
2. Queda prohibido al Poder ejecutivo, en todos sus grados, imponer penas,
ni personales ni pecuniarias, por mínimas que sean. Todo castigo se impondrá
por el Poder judicial;
3. Todos los Tribunales serán colegiados;
4. Se establece el Jurado para toda clase de delitos.
En cada Municipio habrá un
Tribunal nombrado directamente por el pueblo y encargado de entender en la
corrección de las faltas, juicios verbales y actos de conciliación;
5. Los jueces de los distritos serán nombrados mediante oposición
verificada ante las Audiencias de los respectivos Estados;
6. Las Audiencias se compondrán de los jueces de distrito ascendidos a magistrados
en concurso público y solemne.
Artículo 73.- El Tribunal Supremo
Federal se compondrá de tres magistrados por cada Estado de la Federación.
Artículo 74.- El Tribunal Supremo
Federal elegirá entre sus magistrados a su Presidente.
Artículo 75.- Los jueces de los
distritos, los magistrados de las Audiencias y los magistrados del Tribunal
Supremo no podrán ser separados sino por sentencia judicial o por acuerdo del
Tribunal superior jerárquico.
Artículo 76.- Los magistrados del
Tribunal Supremo podrán ser removidos por una Comisión compuesta por iguales
partes de representantes del Congreso, del Senado, del Poder ejecutivo y del
mismo Tribunal Supremo.
Artículo 77.- En el caso de que el
Poder legislativo dé alguna ley contraria a la Constitución, el Tribunal
Supremo en pleno tendrá facultad de suspenderlos efectos de esta ley.
Artículo 78.- En los litigios entre
los Estados entenderá y decidirá el Tribunal Supremo de la Federación.
Artículo 79.- También entenderán en
las funciones jurídicas ordinarias que determinen las leyes; en los conflictos
que se susciten sobre inteligencia de los tratados; en los conflictos entre los
Poderes públicos de un Estado; en las causas formadas al Presidente, a los
ministros en el ejercicio de sus cargos, en los asuntos en que la Nación sea
parte.
Artículo 80.- El Tribunal Supremo
dictará su reglamento administrativo interior y nombrará todos sus empleados
subalternos.
Título XI. Del Poder de relación, o sea,
Presidencial
Artículo 81.- El Poder de relación
será ejercido por un ciudadano mayor de treinta años que llevará el Título de
Presidente de la República Federal, y cuyo cargo sólo durará cuatro años, no
siendo inmediatamente reelegible.
Artículo 82.- Habrá también un
Vicepresidente, encargado de reemplazar al Presidente cuando se inhabilitare
por muerte, por larga enfermedad o por virtud de sentencia judicial.
Al Presidente compete:
1. Promulgar dentro de los quince días siguientes a su aprobación
definitiva las leyes que decreten y sancionen las Cortes, salvo el caso de que
las Cortes declaren la promulgación urgente;
2. Hacer, en caso de una disidencia sobre la promulgación de las leyes
entre el Senado y el Congreso, a este último las observaciones juzgue
necesarias;
3. Convocar las reuniones extraordinarias de las Cortes cuando lo requiera
así el estado de la Nación;
4. Dirigir mensajes a los Poderes públicos recordándoles el cumplimiento de
sus deberes legales;
5. Nombrar y separar con toda libertad al Presidente del Poder ejecutivo;
6. Nombrar los embajadores, ministros y agentes diplomáticos;
7. Recibir los embajadores, ministros y agentes diplomáticos de las demás
naciones;
8. Sostener las relaciones internacionales;
9. Conocer los indultos;
10. Cuidar de que sean garantizadas las Constituciones particulares de los
Estados;
11. Personificar el Poder supremo y la suprema dignidad de la Nación; y a
este fin se le señalará por la ley sueldos y honores, que no podrán ser
alterados durante el período de su mando.
Título XII. De la elección del
Presidente y Vicepresidente de la República
Artículo 83.- Los electores votarán
en cada Estado una Junta compuesta de doble número de individuos del que envían
al Congreso y al Senado federales.
Artículo 84.- No pueden pertenecer
a esta Junta los empleados del Gobierno federal.
Artículo 85.- Reunida la Junta en
la capital del Estado, procederá al nombramiento del Presidente y
Vicepresidente de la República, inscribiendo cada nombre en una papeleta
indicando el cargo para que le designen.
Artículo 86.- La Junta electoral se
reunirá cuatro meses antes de haber expirado el plazo de terminación de la
Presidencia.
Artículo 87.- Inmediatamente
procederá a designar sus candidatos y hecho el escrutinio remitirá una lista
con los nombres de los que hayan obtenido votos al Presidente del Congreso del
Estado y otra al Presidente del Congreso de la Nación.
Artículo 88.- El Presidente del
Congreso de la Nación abrirá las listas a presencia de ambos Cuerpos
Colegisladores reunidos. Asociados a los secretarios, cuatro miembros del
Congreso y cuatro del Senado, sacados a suerte, procederán inmediatamente a
hacer el escrutinio y a anunciar el número de sufragios que resulten en favor
de cada candidato para la Presidencia y Vicepresidencia de la Nación. Los que
reúnan en ambos casos la mayoría absoluta de todos los votos serán proclamados
inmediatamente Presidente y Vicepresidente.
Artículo 89.- En el caso de que por
dividirse la votación no hubiere mayoría absoluta, elegirán las Cortes entre
las dos personas que hubieren obtenido mayor número de sufragios. Si la primera
mayoría hubiese cabido a más de dos personas, elegirán as Cortes entre todas
éstas. Si la primera mayoría hubiese cabido en una sola persona y la segunda a
dos o más, elegirá el Congreso entre todas las personas que hayan obtenido la
primera y segunda mayorías.
Artículo 90.- Esta elección se hará
a pluralidad absoluta de sufragios y por votación nominal. Si verificada la
segunda votación no resultase mayoría, se hará segunda vez, contrayéndose la
votación a personas que en la primera hubiesen obtenido mayor número de
sufragios. En este caso de empate, se repetirá la votación; y si resultase
nuevo empate, decidirá el Presidente del Congreso. No podrá hacerse el
escrutinio ni la rectificación de estas elecciones sin que estén presentes las
tres cuartas partes del total de los miembros de las Cortes.
Artículo 91.- Las elecciones de
Presidente y Vicepresidente de la Nación deben quedar concluidas en una sola
sesión de las Cortes, publicándose enseguida el resultado de ésta y las actas
electorales en la Gaceta.
Título XIII. De los Estados
Artículo 92.- Los Estados tienen
completa autonomía económico-administrativa y toda la autonomía política
compatible con la existencia de la Nación.
Artículo 93.- Los Estados tienen la
facultad de darse una Constitución política, que no podrá en ningún caso contradecir
a la presente Constitución.
Artículo 94.- Los Estados nombran
sus Gobiernos respectivos y sus asambleas legislativas por sufragio universal.
Artículo 95.- En la elección de los
Gobiernos, de los legisladores y de los empleados de los Estados no podrá nunca
intervenir ni directa ni indirectamente el poder federal.
Artículo 96.- Los Estados regirán
su política propia, su industria, su hacienda, sus obras públicas, sus caminos
regionales, su beneficencia, su instrucción y todos los asuntos civiles y
sociales que no hayan sido por esta Constitución remitidos al Poder federal.
Artículo 97.- Los Estados podrán
levantar empréstitos y emitir deuda pública para promover su prosperidad
interior.
Artículo 98.- Los Estados tendrán
obligación de conservar un Instituto de segunda enseñanza por cada una de las
actuales provincias y la facultad de fundar las Universidades y escuelas
especiales que estimen conveniente.
Artículo 99.- Los Estados no podrán
legislar ni contra los derechos individuales, ni contra la forma democrática
republicana, ni contra la unidad y la integridad de la Patria, ni contra la
Constitución federal.
Artículo 100.- Los Estados regularán
a su arbitrio, y bajo sus expensas, su organización territorial.
Artículo 101.- Los Estados no podrán
mantener más fuerza pública que la necesaria para su política y seguridad
interior.
La paz general de los Estados se halla garantizada por la Federación, y
los Poderes federales podrán distribuir la fuerza nacional a su arbitrio, sin
necesidad de pedir consentimiento alguno a los Estados.
Los Estados no podrán jamás apelar a la fuerza de las armas unos contra
otros, y tendrán que someter sus diferencias a la jurisdicción del Tribunal
Supremo federal.
Cuando un Estado o parte de él se insurreccionare contra los Poderes
públicos de la Nación, pagará los gastos de la guerra.
Los Estados constituirán sus Poderes con entera libertad, pero con
analogía al tipo federal, y dividiéndolos en los tres fundamentales de
legislativo, ejecutivo y judicial.
Artículo 102.- Los Estados sujetarán
sus Constituciones respectivas al juicio y sanción de las Cortes federales, que
examinarán si están respetados o no en ellas los derechos de la personalidad
humana, los límites de cada Poder y los preceptos de la Constitución federal.
Artículo 103.- Los ciudadanos de
cada Estado gozarán de todos los derechos unidos al Título de ciudadano en
todos los otros Estados.
Artículo 104.- Ningún nuevo Estado
será erigido o formado en la jurisdicción de otro Estado.
Artículo 105.- Ningún nuevo Estado
será formado de la reunión de dos o más Estados sin el consentimiento de las
Cortes de los Estados interesados y sin la sanción de las Cortes federales.
Título XIV. De los Municipios
Artículo 106.- Los Municipios tienen
en todo lo municipal autonomía administrativa, económica y política.
Los Municipios nombrarán por sufragio universal sus gobiernos o sus
alcaldes, que ejercerán el poder ejecutivo municipal.
Nombrarán también por sufragio universal sus Ayuntamientos, que darán
reglas sobre los asuntos municipales.
Nombrarán por sufragio universal sus jueces, que entenderán en las
faltas y en los juicios verbales y actos de conciliación.
Artículo 107.- Los alcaldes y los
Ayuntamientos darán cuenta de sus gastos al concejo, o común de vecinos, en la
forma que ellos mismos establezcan.
Artículo 108.- Los alcaldes y
Ayuntamientos no podrán ser separados sino por sentencia del Tribunal
competente, ni sustituidos sino por sufragio universal.
Las Constituciones de los Estados pondrán en
poder de los Municipios la administración de la justicia civil y criminal que
les competa, la policía de orden y de seguridad y de limpieza.
Los caminos vecinales, las calles, las veredas, los hospitales y demás
institutos de beneficencia local.
Las rentas, los fondos, los medios de crédito necesarios para llevar a
ejecución todos estos fines.
La Constitución de los Estados deben exigir de todo Municipio:
Que sostengan escuelas de niños y de adultos, dando la instrucción
primaria gratuita y obligatoria.
Artículo 109.- Si los Ayuntamientos
repartieran desigualmente la contribución o la exigieran a un ciudadano en
desproporción con sus haberes, habrá derecho de alzada a las asambleas de los
Estados y de denuncia criminal ante los Tribunales de distrito.
Título XV. De la fuerza pública
Artículo 110.- Todo español se halla
obligado a servir a su Patria con las armas.
La Nación se halla obligada a mantener ejército y armada.
Artículo 111.- Los Poderes federales
darán la conveniente organización a este ejército, y lo distribuirán según lo
exijan las necesidades del servicio.
Título XVI. De la Reserva Nacional
Artículo 112.- Se establece una
Reserva Nacional forzosa.
Artículo 113.- Todos los ciudadanos
de 20 a 40 años pertenecen a la Reserva.
Artículo 114.- Todos los ciudadanos
de 20 a 25 años deberán emplear un mes anualmente en ejercicios militares;
todos los ciudadanos de 25 a 30, quince días; todos los ciudadanos de 30 a 40,
ocho.
Los jefes y oficiales de la Reserva de la Nación serán nombrados por el
Gobierno federal.
Las reservas tendrán depositadas sus armas en los cuarteles, en los
parques de Gobierno federal, y sólo podrán armarse por un decreto de éste y
movilizarse por una ley.
Título XVII. De la reforma de la
Constitución
Artículo 115.- Las Cortes podrán
acordar la reforma de la Constitución, señalando al efecto el artículo o
artículos que hayan de alterarse.
Artículo 116.- Hecha esta
declaración, se disolverán el Senado y el Congreso, y el Presidente de la
República convocará nuevas Cortes que se reunirán dentro de los tres meses
siguientes.
En la convocatoria se insertará la resolución de las Cortes, de que
habla el artículo anterior.
Artículo 117.- Los Cuerpos
Colegisladores tendrán el carácter de Constituyentes tan sólo para deliberar
acerca de la reforma continuando después con el de Cortes ordinarias.
Palacio de las Cortes, 17 de julio de 1873.
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