TEMA
19: LA SEGUNDA
REPÚBLICA (1931-1939).
1. LOS PARTIDOS Y LAS FUERZAS POLÍTICAS.
Hubo un gran número de fuerzas políticas, de
diversas tendencias, durante la II República.
a)
Grupos
fascistas.
·
JONS
(Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista). Surgida en 1931, dirigida por Onésimo Redondo y Ramiro
Ledesma.
·
FALANGE.
Fundada en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, hijo de Miguel Primo de
Rivera.
En 1934, ambas
organizaciones se unieron, aunque continuaron siendo grupos minoritarios.
b) Fuerzas políticas de derechas.
·
CARLISTAS.
Monárquicos tradicionalistas, foralistas e integristas religiosos. Se negaban a
aceptar el régimen republicano y, dirigidos por Fal Conde, organizaron grupos
armados (Requetés) para derribar la República.
·
RENOVACIÓN ESPAÑOLA. Grupo creado en 1933 por Antonio Goicoechea y José
Calvo Sotelo, reunía a los monárquicos alfonsinos. Defendía valores
tradicionales: monarquía, rechazo de la democracia y del sufragio universal,
defensa del autoritarismo, tradicionalismo católico, etc. Partidarios de acabar
con la República
recurriendo a un golpe de fuerza. Los dirigentes pertenecían a la aristocracia
y a medios financieros, bancarios, industriales y latifundistas.
·
PARTIDO AGRARIO. Dirigido por Martínez de Velasco. Representaba los intereses de los
grandes terratenientes. Opuestos a la República y a la reforma agraria.
·
DERECHA LIBERAL REPUBLICANA. Defendía la propiedad, el orden y el catolicismo.
Dirigida por Niceto Alcalá Zamora y Miguel Maura.
·
ACCIÓN POPULAR. Dirigido por José María Gil Robles que, en muchas ocasiones, se
acercaba a posiciones antidemocráticas. Fue el primer intento serio de crear un
partido de derechas de ámbito nacional. Posteriormente, Gil Robles logró
agrupar a un sector de la derecha española bajo las siglas de la CEDA
(Confederación Española de Derechas Autónomas). Es un partido que se
caracterizó por la defensa de la Iglesia Católica, del Ejército y de la propiedad
individual, el conservadurismo social y el rechazo a las reivindicaciones
nacionalistas. Fue un partido numéricamente importante, contando con 700.000
afiliados.
c) Centro
político.
·
PARTIDO REPUBLICANO RADICAL. Dirigido por Alejando Lerroux, que llegó a ser jefe
de gobierno en varias ocasiones. Fue un
partido bisagra, ya que gobernó tanto con la izquierda como con la derecha.
d) Grupos de izquierdas.
·
ACCIÓN REPUBLICANA. Liderado
por Manuel Azaña, gran intelectual y excelente orador. Fue ministro de Guerra
(gobierno provisional), jefe de gobierno entre 1931 y 1933, y presidente de la República desde 1936. El
partido representaba a las clases medias de las grandes ciudades e intentaba
impulsar un ambicioso programa de
reformas (educación, autonomías regionales, agricultura, etc.). En 1934.
al fusionarse con el Partido Radical Socialista (Marcelino Domingo) y
con ORGA (Casares Quiroga), se convirtió en IZQUIERDA REPUBLICANA.
e) Partidos obreros.
·
PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL. Era el
principal partido de la izquierda obrera. Obtuvo 116 diputados en las
elecciones de 1931, 58 en 1933 y 99 en 1936. Los principales líderes eran Largo
Caballero, Prieto y Besteiro.
·
PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA. Era un partido minoritario, prosoviético y
revolucionario. Sus principales dirigentes eran José Díaz y Dolores Ibarruri (La Pasionaria). Durante la
guerra civil, su organización eficaz le convirtió en el principal partido
obrero.
·
PARTIDO OBRERO DE UNIFICACIÓN MARXISTA (POUM). Surgió
en 1935 al fusionarse dos organizaciones de inspiración trotskista. Dirigido
por Andrés Nin, sólo tuvo importancia en Cataluña.
f) Sindicatos obreros.
·
UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES. El sindicato socialista aumentó
considerablemente el número de afiliados (aproximadamente un millón) durante
este período.
·
CNT. Superó
el millón de afiliados al iniciarse la II República. Indiferente a la legalidad republicana. En 1936 se unió
al Frente Popular y algunos de sus
dirigentes participaron en el gobierno republicano durante la Guerra Civil.
g) Partidos nacionalistas y regionalistas.
·
PARTIDO NACIONALISTA VASCO. Conservador
y católico, pero se unió a la izquierda para lograr la autonomía del País
Vasco. José Antonio Aguirre, uno de los más destacados líderes, se convirtió en
1936 en el primer lehendakari del gobierno vasco.
·
LLIGA REGIONALISTA. Partido
conservador. Había perdido la importancia que tuvo en las primeras décadas del
siglo XX. Seguía contando con el apoyo de los empresarios catalanes.
·
ORGANIZACIÓN REPUBLICANA GALLEGA AUTÓNOMA (ORGA). Partido
galleguista republicano. Su líder fue Santiago Casares Quiroga.
·
ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUÑA. Partido catalanista
de izquierdas. Defendía un programa amplio de reformas sociales y económicas
para Cataluña. Sus posiciones estaban próximas al independentismo de Cataluña.
Liderado por Francesc Macià y Lluís Companys.
2. EVOLUCIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA.
Se distinguen cuatro etapas fundamentales.
· PERÍODO CONSTITUYENTE (GOBIERNO PROVISIONAL).
Abril-diciembre
de 1931. Se establecen los
principios fundamentales de la
II República. Tras su proclamación, se formó un gobierno
provisional, presidido por Niceto Alcalá
Zamora. Su misión principal fue convocar elecciones a Cortes Constituyentes
para la elaboración de una Constitución. El gobierno estaba formado por
republicanos de todas las tendencias y algunos socialistas. Por lo tanto, se
apoyaba en las clases medias urbanas, la pequeña burguesía, los intelectuales y
la clase obrera organizada (PSOE y UGT). Por el contrario, las fuerzas de la
oposición eran la derecha, la oligarquía desplazada del poder, la izquierda
radical y el proletariado revolucionario (como la CNT). Las principales medidas
de este gobierno fueron las reformas militares, educativas y sociales.
·
Reforma
militar. Fue impulsada por Manuel Azaña, ministro de la Guerra. Pretendía
crear un ejército más reducido y moderno, así como eliminar a los sectores más
conservadores y hacer de él una institución más adaptada a la República.
·
Reformas
sociales. Llevadas a cabo por Largo Caballero, ministro de Trabajo.
Pretendían elevar el nivel de vida de los trabajadores, mejorar las condiciones
laborales y de seguridad social, aumentar su participación política. También se
pretendía limitar el poder y la influencia de los patronos, especialmente en
los medios rurales.
·
Reformas
educativas. Impulsadas por Marcelino Domingo, ministro de
Instrucción Pública. Pretendía extender la enseñanza entre los sectores más
desfavorecidos, mejorar las condiciones de vida de los maestros y establecer un
modelo educativo laico.
Los principales problemas del período fueron los
siguientes:
o
Económicos, como la fuga de capitales y la depreciación de la
peseta.
o
Sociales. Se producen
huelgas en Asturias, Madrid, Sevilla, Barcelona, etc. Además, los patronos y
los propietarios mantuvieron una actitud hostil hacia el nuevo régimen
republicano.
o
Religioso. Fue el más grave. Desde el principio, los sectores
más reaccionarios de la
Iglesia se habían enfrentado al gobierno republicano por su
política laicista en materia de enseñanza y de abandono de la financiación de la Iglesia. Los días 11
y 12 de mayo se produjeron los sucesos que han pasado a la historia como la
quema de conventos. Se quemaron un total de cien edificios religiosos en
Madrid, Sevilla, Córdoba, Cádiz, etc. La quema de conventos enfrentó
abiertamente al régimen con los sectores más conservadores, que hicieron de la
defensa de la religión un instrumento de la propaganda antirrepublicana.
Constitución de 1931. El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones a
Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. Pudieron presentarse
mujeres como candidatas y resultaron elegidas dos diputadas por vez primera en
la historia electoral española. Triunfaron los republicanos de izquierda y los
socialistas. Estas Cortes elaboraron la Constitución de 1931,
que fue aprobada el 9 de diciembre de
1931. Consta de 9 títulos y 125 artículos. Las características más
importantes de esta Constitución son las siguientes:
§ Respecto al sistema político, busca la creación
de un sistema auténticamente democrático. Así, se define a España como “República democrática de trabajadores de
toda clase, organizados en un régimen de libertad y justicia”. La Constitución consagra
un Estado democrático y de derecho.
§ Establece la división de poderes, concretando
los controles que cada poder debe ejercer sobre los demás. El poder legislativo
reside en el pueblo, que lo ejerce a través de las Cortes unicamerales
(Congreso de los Diputados), cuyos miembros son elegidos por cuatro años
mediante el sufragio universal. El poder ejecutivo recaía en el presidente de la República, que era
elegido por los diputados y ocupaba la Jefatura del Estado. Su mandato, sin posibilidad
de reelección, duraba seis años. El Presidente de la República nombra al jefe
de gobierno y, a propuesta de éste, los ministros, que deben ser ratificados
por las Cortes, ante quienes responden individualmente. El poder judicial era
ejercido por jueces independientes. En el ámbito jurídico se establecen
numerosas novedades: jurado, justicia gratuita para los pobres, etc.
§ Amplia declaración de derechos y libertades. El
reconocimiento sin limitaciones de los derechos individuales se completo, por
primera vez en la historia constitucional española, con una serie derechos
sociales: reunión, asociación,
trabajo, salud, protección social, etc. La Constitución
establece la limitación del derecho de propiedad privada, porque se podían
realizar expropiaciones para nacionalizar y socializar las propiedades por
motivos de interés general. Una novedad importante es el reconocimiento del
derecho al voto de la mujer. Por último, se crea un Tribunal de Garantías
Constitucionales, una de sus funciones era garantizar el cumplimiento de estos
derechos.
§ Tema autonómico.
La Constitución
incluía una fórmula para posibilitar las autonomías regionales con carácter
particular y no general. De esta forma, una o varias provincias limítrofes con
características históricas y culturales comunes podía solicitar un Estatuto de
autonomía. Se indicaban tres pasos para el establecimiento de una autonomía
regional:
·
Iniciativa
municipal, ya que era preciso que la mayoría de los ayuntamientos de la región
propusieran la petición de autonomía.
·
Plebiscito, pues
al menos dos tercios de los electores de la región debían votar a favor de la
solicitud de autonomía.
·
Aprobación
definitiva por las Cortes.
Cataluña consiguió en 1932 su Estatuto de
Autonomía (Cataluña tuvo un gobierno propio, la Generalitat, con un
presidente, un Parlamento y un Consejo Ejecutivo; la Generalitat tenía
atribuciones legislativas y ejecutivas en economía, educación, transportes,
comunicaciones, etc; y el gobierno de
la República
se ocuparía de las relaciones exteriores, el orden público y el ejército), y
durante Guerra Civil se aprobaron los
Estatutos del País Vasco (1936) y Galicia (1938).
§ Tema religioso.
Se estableció la aconfesionalidad del Estado (libertad de cultos),
suprimiéndose toda ayuda económica a la Iglesia Católica
y prohibiéndose a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza. Se decretó la
disolución de la Compañía
de Jesús y el control sobre el resto de las órdenes religiosas. La Constitución sólo autorizó el culto privado, por lo que
cualquier ceremonia religiosa pública debía ser autorizada por la autoridad
gubernativa. Por último, se permitieron el matrimonio civil y el divorcio. Así,
se separaron las relaciones Iglesia-Estado, lo que provocó el rechazo de todas
las fuerzas conservadoras del país.
§ Problema social.
La Constitución
preveía una vía reformista para disminuir las graves desigualdades existentes
en la sociedad española. Se suprimía todo privilegio de clase social y de
riqueza. Aunque se mantenía la propiedad privada, se establece la posibilidad
de socializar la propiedad (expropiación) y de los principales servicios
públicos (ferrocarriles, bancos, minas, etc). Se declara la importancia del
trabajo, y se indica el desarrollo posterior de una legislación social
avanzada.
En conjunto, la Constitución era muy
progresista y permitía el desarrollo de un sistema político abierto a
izquierdas y derechas. Fue atacada por la Iglesia y por los partidos de la derecha, especialmente
por el tema religioso.
Tras la aprobación de la Constitución, el 10
de diciembre fue elegido Niceto Alcalá Zamora como primer presidente de la República.
· EL BIENIO PROGRESISTA. Diciembre 1931-diciembre 1933.
El Bienio Progresista
se caracteriza por el intento del gobierno de izquierdas de profundizar en las
reformas iniciadas durante el gobierno provisional. El proceso se vive en un
clima permanente de tensión política, propiciada desde la izquierda a través de
huelgas y levantamientos obreros y campesinos, y desde la derecha mediante el
boicot, la resistencia ante las reformas y la provocación al gobierno. El 15 de
diciembre se formó el primer gobierno constitucional, con Azaña como jefe de
gobierno, y ministros socialistas y republicanos de izquierda. Este gobierno
realizó un importante esfuerzo reformista para solucionar los siguientes
problemas:
· Reforma
militar. La reforma fue impulsada
por Azaña (Ley Azaña) con un doble objetivo. En primer lugar, someter el
ejército al poder civil gubernamental, porque predominaban los elementos
monárquicos que estaban acostumbrados a intervenir en la vida política; por
ello, se exigió a los mandos militares prestar juramento de fidelidad a la República, o el retiro
con el sueldo íntegro. En segundo lugar, reducir el alto número de oficiales de
21.000 a
8.000 para ajustarlo a las necesidades reales y a la capacidad presupuestaria
del país.
· Reforma
educativa. Ésta era considerada
la cuestión clave para conseguir la modernización de España. Había un gran
índice de analfabetismo (superior al 30%), la mitad de la población infantil
estaba sin escolarizar, faltaban escuelas, maestros, material y presupuesto. En
la Constitución
se había declarado la escuela primaria obligatoria, gratuita y mixta, esto
último para escándalo de la derecha y de la Iglesia. El gobierno
republicano-socialista aumentó un 50% el dinero destinado a gastos educativos,
construyó 13.500 escuelas para luchar contra el analfabetismo, mejoró la
enseñanza secundaria y potenció la investigación en los niveles
universitarios.
· Reforma
religiosa. La actuación del
gobierno republicano-socialista se orientó a eliminar el poder y la influencia
sociales de la Iglesia. Se
partía de la separación Iglesia-Estado, y se fueron promulgadas una serie de
leyes en este sentido: el reconocimiento constitucional del divorcio y del
matrimonio civil; la secularización de
los cementerios; la prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas; la
disolución de los Jesuitas y la confiscación de sus bienes; la supresión de la ayuda estatal a la Iglesia, etc. Esta
política se tradujo en un enfrentamiento constante entre la Iglesia y el Estado. La
cuestión religiosa se convirtió en uno de los principales problemas del
período. Una muestra de la conflictiva relación entre Iglesia y República fue
la expulsión del país en junio de 1931 del cardenal primado Pedro Segura, por
sus constantes manifestaciones antirrepublicanas.
· Reforma
agraria. Los
problemas principales de la agricultura seguían siendo el latifundismo y el
elevado número de jornaleros sin tierra. Los tres objetivos de la reforma
agraria fueron:
o
Objetivo
social. Entregar tierras a los
campesinos para obtener su apoyo y consolidar el régimen republicano, y, al
mismo tiempo, evitar conflictos y revueltas sociales en las zonas rurales.
o
Objetivo
político. Eliminar el poder económico
de los grandes terratenientes, en la mayoría de los casos contrarios a la
República.
o
Objetivo
económico. Incrementar la producción
total del sector agrario y elevar el nivel de renta del campesinado, que
aumentaría sus niveles de consumo estimulando así el desarrollo de las
actividades industriales y comerciales.
En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria tras largos debates
y discusiones a causa del
obstruccionismo realizado por los partidos de derechas, opuestos a esta reforma
en representación de los intereses de los terratenientes. La ley establecía la
expropiación sin indemnización de las tierras pertenecientes a la extinguida
Grandeza de España (nobleza). Todos los latifundios, terrenos sistemáticamente
arrendados y tierras incultas o abandonadas se declararon expropiables a cambio
de una indemnización del Estado. Las tierras expropiadas, cuyo nuevo
propietario pasaba a ser el Estado, se destinaba al asentamiento de campesinos,
que explotarían las fincas de forma colectiva o cultivarían parcelas
individuales, según ellos mismos decidieran. Para llevar a cabo la
redistribución de las tierras se creó el Instituto de Reforma Agraria. Sin
embargo, la aplicación de la ley y el ritmo de puesta en marcha de la reforma
agraria fueron excesivamente lentos, se expropiaron pocos terrenos y sólo
habían sido asentados unos 8.000 campesinos en 1934. En consecuencia, los
jornaleros quedaron decepcionados con la República y se inclinaron hacia soluciones
revolucionarias propuestas por los anarquistas.
·
Reforma social. Largo Caballero, ministro de Trabajo, impulsó la
aprobación de una legislación laboral de gran amplitud: Ley de Contratos de
Trabajo, leyes de jornadas máximas, salarios mínimos, jurados mixtos, regulación
del derecho a la huelga, etc. Esta legislación contó con la oposición de la
patronal. Por su parte, la CNT,
suponiendo que con un gobierno de izquierdas la situación de los obreros
mejoraría enormemente, vio cómo las protestas para acelerar esa mejoría eran
expeditivamente reprimidas. Por ello, los anarquistas optaron por una línea
dura y recurrieron a las huelgas revolucionarias. Una de ellas fue la de Casas Viejas (Cádiz) en enero de 1933,
donde la Guardia Civil
realizó una auténtica masacre frente a un grupo de anarquistas que se habían
hecho fuertes en una casa del pueblo.
En 1933 la inestabilidad era evidente, a
pesar de los éxitos del gobierno. Esta inestabilidad se manifestó en la
reorganización de la derecha en ese año (en febrero se fundó la CEDA, en marzo Renovación
Española y en octubre Falange Española); las conspiraciones militares
monárquicas para acabar con la
República (golpe de Estado dirigido por Sanjurjo en 1932); la
radicalización de la izquierda (en el PSOE triunfan las tesis de Largo
Caballero y Prieto de abandonar el gobierno y radicalizar la lucha acercándose
a la CNT y al
PCE); el triunfo de la derecha en las elecciones municipales parciales de abril
de 1933; y la victoria de los candidatos de la derecha en la elección de los
miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales (septiembre 1933). Esta
situación provocó la dimisión del gobierno presidido por Azaña, la disolución
de las Cortes y la convocatoria de elecciones.
·
El BIENIO DERECHISTA O BIENIO
NEGRO. Diciembre 1933-febrero 1936.
En las elecciones celebradas en noviembre de
1933, el triunfo electoral a las candidaturas de derechas (la lista que obtuvo
un mayor número de diputados fue la CEDA
con 115). El triunfo de la derecha se debió a diversos factores: la elevada
abstención de los obreros por la petición expresa de la CNT; la dispersión de las candidaturas de
izquierdas (el PSOE se presentaron separados de los republicanos); la elevada participación de los católicos; el
voto conservador de la mujer, etc.
Tras
su victoria electoral, la derechista CEDA y el centrista Partido Republicano
Radical iniciaron una etapa de colaboración parlamentaria y gubernamental, cuyo
propósito era anular las reformas aprobadas en la etapa anterior:
·
Aprobación de una
Ley de Amnistía que favoreció a los
militares y monárquicos encarcelados por participar en el fallido golpe de
Estado antirrepublicano de agosto de 1932, encabezado por el general Sanjurjo.
·
Puesta en marcha
de una auténtica contrarreforma agraria que significó el bloqueo del proceso
iniciado por el gobierno anterior. El gobierno derechista paralizó la reforma
incrementando exageradamente la cuantía de las indemnizaciones que debían ser
percibidas por los antiguos propietarios, recortando drásticamente el presupuesto
estatal dedicado al asentamiento de campesinos sin tierra y devolviendo a los
Grandes de España las propiedades confiscadas por el gobierno
republicano-socialista.
·
En contra del
contenido de la
Constitución, se restablece y aumenta la subvención al clero.
·
Se ralentizó el
programa de construcción de escuelas públicas.
·
Revisión de la Constitución para
restringir las autonomías regionales. En 1934 se suspendió el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
La aplicación de este programa político
supuso un giro con respecto a la política del período anterior. Este giro
condujo a la radicalización de varios sectores de la sociedad:
§
Del movimiento
obrero y del socialismo. Desilusionados con esta república de derechas, los
socialistas realizaron una oposición cada vez más directa, pensando que había
llegado el momento de que el proletariado tomara el poder para poner en marcha
la revolución socialista. Con esta intención constituyeron la Alianza
Obrera, que agrupaba a socialistas, anarquistas y
comunistas. Todo ello en un contexto en el que había aumentado
considerablemente el paro.
§
Los militares se
dividieron en dos bandos. Los de derechas crearon la UME (Unión Militar Española), que
contactan con falangistas y monárquicos. Los de izquierdas fundaron la UMRA (Unión Militar Antifascista Republicana).
§ También se produjo una radicalización de los partidos,
tanto de izquierdas (PSOE) como de derechas (Falange y las JONS se unieron y
empezaron a actuar violentamente; la
CEDA se orientó hacia posiciones fascistas).
§ Fuerte tensión entre el gobierno central y el gobierno
catalán provocada por una sentencia del Tribunal
de Garantías Constitucionales que beneficiaba a los terratenientes
catalanes frente a los campesinos. Esta sentencia fue considerada un intento de
limitar la autonomía catalana.
En este contexto se produjo la
Revolución
de Octubre de 1934, el momento más crítico de la II República, salvo
el estallido de la Guerra Civil. Las fuerzas proletarias valoraron la victoria
electoral de las derechas en 1933 como el fin de la República democrática.
Además, observaban con temor el avance del fascismo en Europa (desde 1922
Mussolini gobernaba en Italia, en 1933 Hitler alcanzaba el poder en Alemania),
por lo que iniciaron la insurrección al anunciarse la entrada de varios ministros
de la CEDA en el
gobierno formado el 4 de octubre. La
CEDA no ocultaba su admiración por el nazismo alemán;
utilizaba una simbología similar en sus manifestaciones públicas y se declaraba
abiertamente antidemócrata.
El 5 de octubre se inicia una
huelga general en todo el país con el objetivo de que triunfara la revolución
socialista proletaria. Esta huelga fue convocada por el PSOE, la UGT y las Juventudes
Socialistas. La huelga fracasó en el País Vasco y en Madrid. En Cataluña, el
apoyo de Companys, presidente de la Generalitat, hizo
triunfar por un tiempo la revolución. Companys proclamó el Estat Català, lo que suponía ponerse al margen de la Constitución. La
respuesta del gobierno fue la suspensión del Estatuto de Autonomía. Pero la
revolución fracasa porque la CNT
no se sumó a la misma, y el gobierno de la Generalitat se negó a
proporcionar armas a los insurrectos.
En Asturias, la revolución
tuvo una mayor importancia. La
Revolución de Asturias es la primera revolución socialista
proletaria en España. Los socialistas, los ugetistas y los cenetistas formaron la Alianza
Obrera o UHP
(Unión de Hermanos Proletarios). Los obreros asturianos tomaron las armas y
lograron el control de toda la provincia, destituyeron a las autoridades y
conquistaron Oviedo tras duros combates contra el ejército y las fuerzas de
orden público. Organizaron los suministros, mantuvieron la producción
siderúrgica, establecieron servicios sanitarios, etc.
Para combatir la revolución
asturiana, el gobierno entregó plenos poderes militares al general Franco, que hizo traer tropas de la Legión y de los regulares y
colocó al frente de las operaciones al general López Ochoa. El 10 de octubre
desembarcaron en Gijón y el 19 la revolución estaba sofocada. Los métodos
empleados fueron durísimos y poco éticos como, por ejemplo, colocar a los
prisioneros en vanguardia, etc.
Esta revolución provocó 1.335 muertos y 2.951 heridos. Además,
fueron detenidas 30.000 personas, entre ellas importantes dirigentes políticos
como Azaña, Companys, Largo Caballero, etc.
El período posterior estuvo
marcado por los sucesos de octubre. La vida política se polarizó entre los
partidarios de llevar las represalias por la revolución hasta sus últimas
consecuencias, y los partidarios de una amnistía. Este enfrentamiento afectó al
gobierno, y la CEDA
lo abandonó en marzo de 1935, aunque regresó un mes más tarde. La crisis del
gobierno fue constante porque los radicales sólo podían gobernar con el apoyo
de la CEDA, pero
rechazaban su política extremista, cada vez más próxima a planteamientos
autoritarios y fascistas. La propaganda cedista, especialmente la de sus
juventudes (JAP), era radical y
violenta. Los cambios de ministros fueron frecuentes a lo largo de 1935, y el
presidente de la República,
Alcalá Zamora, era cada vez más
crítico con el gobierno por su alejamiento de la Constitución. Los
nombramientos hechos por Gil Robles (ministro de la Guerra), colocando a Franco
como Jefe de Estado Mayor y a Fanjul, Goded y Mola, todos ellos partidarios de
un golpe militar, en los principales puestos militares, provocaron sospechas
entre la izquierda y en el propio Alcalá Zamora.
La crisis definitiva se
produjo cuando estalló el escándalo del estraperlo. Fue un escándalo financiero
en el que se vieron implicados varios ministros del Partido Republicano Radical
de Lerroux. El escándalo se produjo
porque Strauss, fabricante holandés, y su socio Perl habían obtenido la
autorización, mediante sobornos, para la introducción en los casinos españoles
un juego de ruleta eléctrica.
El 7 de enero de 1936, Alcalá Zamora decretó la
disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para febrero de 1936.
·
EL FRENTE POPULAR. Febrero de
1936-julio de 1936.
El 15 de enero se firmó el Pacto del Frente Popular (la Internacional Comunista
propugnaba la formación de frentes populares para contener el avance del
fascismo en Europa), formado por Izquierda
Republicana, Unión Republicana, PSOE, PCE, POUM, Juventudes Socialistas,
Partido Sindicalista y UGT. La
CNT no participó, pero, a diferencia de otras ocasiones, no
pidió la abstención a sus afiliados, por lo que apoyó indirectamente al Frente
Popular. El programa del Frente Popular consistía en una vuelta a la
legislación aprobada durante el bienio progresista, incluyendo la amnistía de
los participantes en los sucesos de 1934.
La otra gran coalición se formó entre el Bloque Nacional (dirigido por
Calvo Sotelo y Goicoechea, de orientación monárquica y nacido en 1934) y la CEDA.
Sin embargo, su
programa no era sólido, ya que fundamentó la coalición en el rechazo del
marxismo y del peligro que supondría para el país la victoria del Frente
Popular.
Las elecciones del 16 de
febrero de 1936 dieron el triunfo al Frente Popular. A los pocos días, Azaña
fue nombrado jefe de un gobierno compuesto por exclusivamente por republicanos.
Sus decisiones más importantes fueron:
o
Amnistía y
excarcelación de los presos detenidos tras los sucesos revolucionarios de
octubre de 1934.
o
Restitución del
Estatuto de Autonomía de Cataluña y el inicio de la tramitación para la
aprobación de los estatutos vasco y gallego.
o
Aceleración en la
aplicación de la Ley
de Reforma Agraria.
o
Declaración de
ilegalidad de la Falange
y encarcelamiento de sus jefes por su relación con diversos atentados.
o
Cese de Franco
como Jefe del Estado Mayor, siendo destinado a Canarias.
Un hecho importante de esta
etapa fue la destitución de Alcalá
Zamora como presidente de la
República. Para ello, se recurrió al artificio jurídico de declarar
que la disolución de las anteriores Cortes ordenada por él no había sido
necesaria, lo que comportaba su destitución inmediata. El 3 de mayo fue elegido
el nuevo presidente de la
República, Manuel Azaña. Su elección fue un error porque
perdió la capacidad de acción, ya que las funciones ejecutivas, según la Constitución, correspondían
a la jefatura de gobierno.
El nuevo gobierno presidido
por Casares Quiroga tuvo que
enfrentarse a graves problemas:
o
La enorme cifra
de desempleados (aproximadamente un millón).
o
El aumento de la
conflictividad social, tanto en el campo como en las ciudades.
o
Los atentados y
la creciente violencia política. El 12 de julio unos pistoleros, posiblemente
falangistas, asesinaron al teniente Castillo. El 13 de julio fue asesinado el
dirigente derechista Calvo Sotelo, por
un grupo de agentes del orden que intentaba vengar la muerte de su compañero.
o
La firme decisión
tomada por poderosos grupos socioeconómicos e importantes jefes militares de
destruir la República
mediante un golpe militar para impedir el desarrollo de reformas que amenazaban
sus intereses. En este sentido, la
acción gubernamental fue nefasta porque, en lugar de destituir a los posibles
militares golpistas, fueron enviados a puntos clave: Franco a Canarias (cerca
del ejército de África), Goded a Baleares, Mola a Navarra; Queipo del Llano a la Dirección del Cuerpo de
Carabineros, etc. El golpe de Estado contra la República se produjo el
17 de julio en el Marruecos español, extendiéndose al resto del territorio el
18 de julio.
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