Textos Segunda República
española y Guerra Civil (1931-1939)
La sociedad de
masas
Hay un hecho
que, para bien o para mal, es el más importante en la vida pública europea de
la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío
social.
Como las masas,
por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia, y menos
regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora la más grave crisis
que a pueblos, naciones, culturas, cabe padecer. Esta ha sobrevivido más de una
vez en la historia. Su fisonomía y sus consecuencias son conocidas. También se
conoce su nombre. Se llama la rebelión de las masas. (…)
La sociedad es
siempre una unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son
individuos o grupos especialmente cualificados. La masa es el conjunto de
personas no especialmente cualificadas. No se entienda, pues, por masas solo
principalmente «las masas obreras». Masa es «el hombre medio». De este modo se
convierte lo que era meramente cantidad —la muchedumbre— en una determinación
cualitativa: es la cualidad común, es lo mostrenco social, es el hombre en cuanto
no se diferencia de otros hombres, sino que repite en sí, el hombre genérico.
(…) Creo que las
innovaciones políticas de los más recientes años no significan otra cosa que el
imperio político de las masas.
José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas.
Manifiesto de Alfonso XIII
Las elecciones celebradas el domingo me
revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que
ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto
el único afán en el interés público hasta en las más criticas coyunturas.
Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo
alguna vez, pero sé bien que nuestra Patria se mostró siempre generosa ante las
culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español.
Hallaría medios sobrados para mantener mis
regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero
resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra
otro, en fratricida guerra civil.
No renuncio a ninguno de mis derechos,
porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia
me han de pedir un día cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión
de la conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo deliberadamente
el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de sus destinos.
También quiero cumplir ahora el deber que me
dicta el amor de la Patria.
Pido a Dios que
también como yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles.
Alfonso, Rey, 14 abril 1931.
La Vanguardia, Barcelona, 17 de abril de
1931.
El PSOE y la UGT ante la proclamación de la
República
Reunidas conjuntamente hoy las comisiones
ejecutivas del Partido Socialista y de la Unión General de Trabajadores, para
examinar la situación creada por los últimos acontecimientos, en la cual se
condensa un espléndido rejuvenecimiento de la sensibilidad civil de España,
unánimemente acuerdan:
Prestar todo su apoyo al naciente régimen
republicano a cuyo logro tan activamente han contribuido nuestros dos
organismos nacionales, y oponerse con toda la energía que las circunstancias
demanden a cualquier intento encaminado a obstaculizar el normal desarrollo de
la República que empieza.
A tal fin, las ejecutivas del Partido
Socialista y de la Unión General de Trabajadores recaban a sus representados la
máxima disciplina y atención vigilante para cumplir inmediatamente las órdenes
que fuera preciso circular, bien entendido que no deben atenderse otras
indicaciones que aquéllas que proceden de los organismos responsables.
En ningún caso tomarán en consideración las
sugerencias que pudieran deslizarse entre los afiliados al Partido Socialista o
a la Unión General de Trabajadores con el propósito de crear desórdenes que
perjudicarían al régimen cuya principal defensa nos está encomendada.
Es necesario que esta República española
nazca rodeada de los máximos prestigios, así, pues, que todos nuestros
compañeros sientan la responsabilidad del momento histórico que vivimos, bien
seguros de que si en cualquier instante fuera preciso hacer uso de nuestra
fuerza para salvaguardar el régimen que nace, el Partido Socialista y la Unión
General de Trabajadores han de cumplir con su deber sin vacilaciones de ninguna
clase.
Madrid, 14 de
abril de 1931.
Por el Partido Socialista, Remigio Cabello y
Manuel Albar, Secretario.
Por la Unión General de Trabajadores, Manuel
Cordero, presidente accidental, y Francisco Largo Caballero, secretario.
Proclamación
de la República en Barcelona
Catalanes:
Interpretando el sentimiento y los anhelos del pueblo que acaba de dar su
sufragio, proclamo la República Catalana como Estado integrante de la
Federación ibérica. De acuerdo con el Presidente de la República federal
española, señor don Niceto Alcalá Zamora, con quien hemos ratificado los
acuerdos tomados en el pacto de San Sebastián, me hago cargo provisionalmente
de las funciones de presidente del Gobierno de Cataluña, esperando que el
pueblo español y el catalán expresarán cuál es en estos momentos su voluntad
(...) pedimos a todos los ciudadanos de Cataluña que se conjuren para hacerla
prevalecer por los medios que sean, si es preciso con el sacrificio de la
propia vida (...) Al proclamar nuestra República, hacemos llegar nuestra voz a
todos los pueblos de España y del mundo, pidiéndoles que estén espiritualmente
a nuestro y frente a la monarquía borbónica que hemos derrocado (...) Por
Cataluña, por los demás pueblos hermanos de España, por la fraternidad de todos
los hombres todos los pueblos, sabed haceros dignos de Cataluña.
El presidente. Francesc Maciá
Barcelona, abril de 1931.
Ley de
Términos Municipales.
A fin de lograr la necesaria coordinación y
eficacia de la acción del Estado con la de los municipios para el remedio de la
crisis de trabajo y ocupación de los obreros que se hallan en paro forzoso (…)
Artículo 1º En
todos los trabajos agrícolas, los patronos vendrán obligados a emplear
preferentemente a los braceros que sean vecinos del municipio en que aquellos
hayan de realizarse.
Artículo 2º A
los efectos de lo dispuesto en el artículo anterior, en los municipios donde
existan delegaciones locales del Consejo de Trabajo, por la secretaría de estos
organismos se abrirá un registro en el que podrán inscribirse los obreros
agrícolas que no tengan colocación.
Donde no existan
las indicadas delegaciones, llevará dicho registro la secretaría del Ayuntamiento
respectivo, bajo la inspección del alcalde y de un patrono y de un obrero distinguido,
designados por elección de las asociaciones patronales y obreras.
Artículo 4º Las
infracciones de lo dispuesto en el artículo 1º serán castigadas con multa de 25
ptas. y de 50 ptas. en caso de reincidencia, que serán impuestas por los
alcaldes. (…)
El Ministro de Trabajo y Previsión, Francisco
Largo Caballero.
Gaceta de Madrid, 20 de abril de 1931
La reforma militar
Artículo 1. Se concede el pase a la
situación de segunda reserva, con el mismo sueldo que disfruten en su empleo de
la escala activa, a todos los oficiales generales del Estado Mayor General, a
los de la Guardia Civil y Carabineros y a la de los Cuerpos de Alabarderos,
Jurídico Militar, Intendencia, Intervención y Sanidad, en sus dos secciones de
Medicina y Farmacia, que lo soliciten del Ministerio de Guerra dentro de los
treinta días siguientes al de la publicación de este decreto.
Artículo 2. Se concede el pase a la
situación de retirado, con el mismo sueldo que disfruten actualmente en su
empleo y cualesquiera que sean sus años de servicios, a todos los Jefes,
Oficiales y asimilados, así en situación de actividad como en la de reserva
retribuida de las distintas Armas y Cuerpos del Ejército. Incluso los Oficiales
menores de Guardias de Alabarderos, que lo soliciten del Ministerio de la
Guerra dentro del plazo señalado en el artículo anterior (…)
Gaceta de Madrid, 27 de abril de 1931
Incorporación
de la mujer a la vida social y política
Sólo una
legislación arcaica y caduca, que no se acomoda a la realidad de los tiempos
presentes, puede negar a las mujeres condiciones legales para ingresar en los
Cuerpos de Registradores de la Propiedad y Notariado. Abiertas de par en par
las Universidades y establecimientos docentes para que se sigan las carreras
sin distinción de sexos, igualando en derechos y obligaciones a las hembras y
los varones, se reconoció el derecho de la mujer al ingreso en el servicio
técnico de la Administración Civil del Estado, dejando, sin embargo,
encomendada la determinación de funciones a las que pueda ser admitida, a lo
que dispongan los Reglamentos, los
cuales determinarían las que por su índole especial no debe desempeñar.
No puede negarse,
sin incurrir en prejuicios y tradiciones ya inadmisibles, el avance que
significa en nuestras costumbres la fraternal convivencia de personas de
distinto sexo, en los estudios de carreras facultativas y la obtención de
títulos con idéntico valor de las funciones que la Ley encomienda a Registradores
y Notarios no hay ninguna que por su naturaleza no pueda ser desempeñada por la
mujer en iguales condiciones que la desempeña un varón, siempre que a unas y
otros se les exijan los mismos requisitos y pruebas para el ingreso en las
respectivas carreras, es, pues, de elemental justicia reconocer el derecho que
tienen las mujeres a ingresar en los Cuerpos de Notarios y Registradores de la
Propiedad y a desempeñar estos cargos, si los obtuvieren por oposición en leal
concurrencia con los varones.
Fundado en estas
consideraciones, como Presidente del Gobierno provisional de la República, y de
acuerdo con el Ministro de justicia.
Vengo en decretar
lo siguiente:
Articulo 1. Será admitida
la mujer a las oposiciones que se anuncien en lo sucesivo a Notarías y
Registros de la Propiedad y si obtuvieran plaza ingresarán en los respectivos
Cuerpos, donde desempeñarán sus funciones en idénticas condiciones que el
varón.
Artículo 2. Quedan
derogadas todas las disposiciones que se opongan al presente Decreto.
Dado en Madrid a veintinueve de
abril de mil novecientos treinta y uno.
Gaceta de Madrid, 30 de abril de 1931.
Los anarquistas ante la República en 1931
Estamos frente a las Cortes Constituyentes,
como estamos frente a todo poder que nos oprima. Seguimos en guerra abierta
contra el Estado. Nuestra misión, sagrada y elevada misión, es educar al
pueblo, para que este comprenda la necesidad de sumarse a nosotros con pleno
estado de consciencia y establecer nuestra total emancipación por medio de la
revolución social. Fuera de este principio, que forma parte viva de nuestro
propio ser, no sentimos temor en reconocer que tenemos el deber ineludible de
señalar al pueblo un plan de reivindicaciones mínimas, que ha de exigir,
creando su propia fuerza revolucionaria.
Actas del Congreso de la CNT, junio de 1931.
La República y el voto
femenino
Señores diputados: se está
haciendo una Constitución de tipo democrático, por un pueblo que tiene escrito
como lema principal, en lo que llamo yo el arco del triunfo de su República, el
respeto profundo a los principios democráticos. Yo no sé, ni puedo, ni quiero,
ni debo, explanar que no es posible sentar el principio de que se han de
conceder unos derechos si han de ser conformes con lo que nosotros deseamos, y
previendo la contingencia de que pudiera no ser así, revocarlos el día de
mañana. Eso no es democrático. Señores diputados...Yo no creo, no puedo creer,
que la mujer sea un peligro para la República, porque yo he visto a la mujer
reaccionar frente a la Dictadura y con la República. Lo que pudiera ser un
peligro es que la mujer pensara que la Dictadura la quiso atraer y que la
República la rechaza, porque, aunque lo que la Dictadura le concedió fue la
igualdad en la nada, como me he complacido yo siempre en decir, lo cierto es
que, dentro de un sistema absurdo e ilegal, llamaba a la mujer a unos pretendidos
derechos...
Clara Campoamor, Diario de
sesiones de las Cortes.
30 de septiembre de 1931.
Azaña y la cuestión religiosa
La premisa de este problema, hoy político,
la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema
político consiguientes es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a
esta fase nueva e histórica del pueblo español.
Yo no puedo admitir,
señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico
problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal,
porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta
sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de
Constitución del
Estado... porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo... excluye
toda preocupación ultraterrena...
Se trata simplemente de organizar el Estado
español con sujeción a las premisas que acabo de establecer...
Que siga entregado a las órdenes religiosas
el servicio de la enseñanza. Eso jamás. Yo lo siento mucho; pero ésta es la
verdadera defensa de la República...
¿Permitiríais vosotros que un catedrático en
la universidad explicase la astronomía de Aristóteles y que dijese que el cielo
se compone de varias esferas a las cuales están atornilladas las estrellas?
¿Permitiríais que se propagase en la cátedra de la universidad española la
medicina del siglo XVI? No lo permitiríais...
Pues yo digo que, en el orden de las
ciencias morales y políticas, la obligación de las órdenes religiosas
católicas, en virtud de su dogma, es enseñar todo lo que es contrario a los
principios en los que se funda el Estado moderno.
Manuel Azaña: Discurso en el Congreso.
13 de octubre de 1931.
La reforma del sistema
educativo
1. La
educación pública es esencialmente función del Estado.
a) No se excluye, sin embargo, a la
enseñanza privada, siempre que ésta no persiga fines políticos o confesionales
partidistas (...).
2.
La educación pública es laica o extraconfesional.
3.
La educación pública es gratuita.
a) Se reconoce la gratuidad en todos los grados de enseñanza,
especialmente en la primaria y secundaria, pudiéndose percibir solamente
retribuciones o derechos de matrícula en la enseñanza superior; pero aun en
éstas se establecerá por lo menos un 25 por 100 de matrículas gratuitas.
4. La educación pública tiene un carácter
activo y creador.
a) En
todas las instituciones de educación se aplicarán, pues, los métodos de la
escuela activa o del trabajo (...).
5. La educación Pública tiene un carácter
social.
6. La
educación pública atiende por igual a los alumnos de uno y otro sexo.
a)
Para ello es esencial el establecimiento de la coeducación en todos los grados
de enseñanza (...).
7. La educación pública constituye una
unidad orgánica. Dentro de ella existen tres grados esenciales íntimamente
relacionados de suerte que pueda pasarse
fácilmente de unos a otros:
a) El
primer grado comprende dos ciclos: primero, de los cuatro a los seis años con
Instituciones preescolares y de asistencia Infantil, de carácter voluntario;
segundo, de los seis a los doce años, o sea, el de la actual escuela primaria,
que se denominará escuela básica y que será obligatoria y común para todos los
niños de aquella edad.
b) El
segundo grado equivalente a la actual enseñanza secundaria está constituido
también por dos ciclos. El primero, de los doce a los quince años, amplía la
educación de la escuela básica, inicia la preparación profesional y constituye
el fundamento de la segunda enseñanza. En él se incluye a más de los estudios
literarios los de carácter tecnológico y manual. Se aspirará a hacer
obligatoria la asistencia a este grado al menos en las grandes ciudades. El
segundo ciclo, de los quince a los dieciocho años, cierra la educación
secundaria y prepara para la superior y especial, ramificándose en tres grupos:
científico, tecnológico y humanista. La asistencia a él tiene carácter
voluntario.
c) El tercer grado lo constituye la
enseñanza superior. Consta también de dos ciclos equivalentes a las actuales
licenciaturas y doctorados.
Lorenzo
Luzuriaga.
Texto encargado por el Consell d’Instrucció Pública para que fuera
la base para la confección de la Ley de instrucción pública, 1931.
Misiones
pedagógicas
No tengáis
miedo. No venimos a pediros nada. Al contrario; venimos a daros de balde
algunas cosas (…). Porque el Gobierno de la República, que nos envía, nos ha
dicho que vengamos ante todo a las aldeas, a las más pobres, a las más
escondidas, a las más abandonadas, y que vengamos a enseñaros algo, algo de lo
que no sabéis por estar siempre tan solos y tan lejos de donde otros lo
aprenden, y porque nadie hasta ahora ha venido a enseñároslo. (…)
Es posible y más
probable que con todo ello, y mucho más, aprendáis poca cosa, pero si os
divirtieseis algo y la Misión sirviese por lo menos de aguijón y espuela en
alguno de vosotros para despertarle el deseo de leer, el amor a la lectura, el
fin que la República se propone al querer remediar aquella injusticia que antes
dijimos, estaría al menos logrado. Porque esto es lo que principalmente se
proponen las Misiones: despertar el afán de leer en los que no lo sienten, pues
únicamente cuando todo español no solo sepa leer —que no es bastante —, sino
que tenga afán, ansia de leer, de gozar y divertirse, sí, divertirse leyendo,
habrá una nueva España. Para eso, la República ha empezado a repartir por todas
partes libros, y por eso al marcharnos os dejaremos nosotros esta pequeña
biblioteca.
Manuel Bartolomé Cossío
Informes, septiembre de 1931-diciembre de 1933, Patronato de Misiones
Pedagógicas
Constitución de 1931
Como Presidente de las Cortes
Constituyentes, y, en su nombre, declaro solemnemente que éstas, en uso de la
soberanía de que están investidas, han decretado y sancionado lo siguiente:
España, en uso de su soberanía, y
representada por las Cortes Constituyentes, decreta y sanciona esta
Constitución:
Art. 1º. España es una República democrática
de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y
Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República
constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y
las Regiones.
La
bandera de la República española es roja, amarilla y morada
Art. 2º. Todos los españoles son iguales
ante la ley.
Art. 3º. El Estado español no tiene religión
oficial.
Art. 4º. El castellano es el Idioma oficial
de la República.
Todo
español tiene obligación de saberlo y el derecho de usarlo, sin perjuicio de
los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias
o regiones (...)
Art. 5º. La capitalidad de la República se
fija en Madrid.
Art. 8º. El Estado español, dentro de los
límites irreductibles de su territorio actual, estará integrado por Municipios
mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyan en régimen de
autonomía (...)
Art. 25. No podrán ser fundamento de
privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la
riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas.
El
Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios
Art. 26. Todas las confesiones religiosas
serán consideradas como Asociaciones sometidas a una ley especial (...). Una
ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del
presupuesto del Clero (...).Las demás órdenes religiosas se someterán a una ley
especial votada por estas Cortes Constituyentes y ajustada a las siguientes
bases:
1º Disolución de las que, por sus
actividades, constituyan un peligro para la seguridad del Estado. (...)
4º Prohibición de ejercer la industria, el
comercio o la enseñanza.
Los
bienes de las Órdenes religiosas podrán ser nacionalizados.
Art. 27. La libertad de conciencia y el
derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados
en el territorio español (...)
Art.
34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones
valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a previa censura (...).
Art. 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo,
mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen
las leyes. (...)
Art. 38. Queda reconocido el derecho de
reunirse pacíficamente y sin armas. Una ley especial regulará el derecho de
reunión al aire libre y el de manifestación.
Art. 39. Los españoles podrán asociarse o
sindicarse libremente para los distintos fines de la vida humana conforme a
las leyes del Estado (...).
Art. 43. La familia está bajo la salvaguarda
especial del Estado. El matrimonio se funda en la igualdad de los derechos
para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de
cualquiera de los cónyuges, con alegación en este caso de justa causa (...).
Los
padres tienen para con los hijos habidos fuera del matrimonio los mismos
deberes que respecto de los nacidos en él (...).
El
Estado prestará asistencia a los enfermos y ancianos, y protección a la
maternidad y a la infancia, haciendo suya la «Declaración de Ginebra» o tabla
de los derechos del niño.
Art. 51. La potestad legislativa reside en
el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o Congreso de los Diputados.
Art. 52. El Congreso de los Diputados se
compone de los representantes elegidos por sufragio universal, igual, directo
y secreto.
Art. 67. El Presidente de la República es el
Jefe del Estado y personifica a la Nación.
Madrid, 9 de
diciembre de 1931
La Iglesia frente a la Constitución
republicana
Promulgada la Constitución española y
constituidos jurídicamente todos los poderes del Estado, éntrase en una nueva
etapa de la República, y ha llegado el momento de que el Episcopado dé forma
solemne a su actitud ante los hechos y aleccione a los fieles para señalarles
su conducta futura. (…)
Los principios y preceptos constitucionales
en materia religiosa no solo no responden al mínimum de respeto a la libertad
religiosa y de reconocimiento de los derechos esenciales de la Iglesia que
hacían esperar el propio interés y dignidad del Estado, sino que, inspirados
por un criterio sectario, representan una verdadera oposición agresiva aún a
aquellas mínimas exigencias. (…)
Más radicalmente todavía se ha cometido el
grande y funesto error de excluir a la Iglesia de la vida pública y activa de
la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la misma sociedad
doméstica, con grave menosprecio de sus derechos sagrados y de la conciencia
cristiana del país, así como en daño manifiesto de la elevación espiritual de
las costumbres y de las instituciones públicas.
De semejante separación violenta e injusta,
de tan absoluto laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y
protestar (…).
Todavía más dolorida hemos de exhalar
nuestra voz paternal si nos detenemos a considerar los derroteros que se
apresta a seguir la legislación española en lo concerniente a la enseñanza, al
matrimonio y a las órdenes religiosas. (…)
Pastoral colectiva, 20 de diciembre de 1931
Derecho y libertad en todo y para todos, tal
parece ser la inspiración formulativa de los preceptos constitucionales, con
excepción de la Iglesia.
Derecho de profesar y practicar libremente
cualquier religión; y el ejercicio de la católica, única profesada en la
nación, que le debe sus glorias históricas, su patrimonio de civilización y de
cultura, y su actual conciencia religiosa, es rodeado de recelos y
hostilidades, comprensivos de sus legítimos y libres movimientos.
Libertad a todas las asociaciones, aun a las
más subversivas; y se preceptúan extremas precauciones limitativas para las
Congregaciones religiosas, que se consagran a la perfección austerísima de sus
miembros, a la caridad social, a la enseñanza generosa, a los ministerios
sacerdotales.
Libertad de opinión, aun para los sistemas
más absurdos y antisociales; y a la Iglesia, en sus propios establecimientos,
se la sujeta a la inspección del Estado para la enseñanza de su doctrina.
Derecho de reunión pacífica y de
manifestación; y las procesiones católicas no podrán salir del Gobierno, que
cualquier arbitrariedad, temor ficticio o audacia sectaria pueden ser ocasión
de que fácilmente se niegue (…).
Libertad de cátedra y de enseñanza para todo
ciudadano, y para la defensa y propaganda de cualquier sistema y error: y se
impone obligatorio el laicismo en las escuelas oficiales, y a las Órdenes
religiosas les es prohibido enseñar.
El Estado y las corporaciones públicas
podrán subvencionar toda asociación, cualesquiera que sean sus objetivos y
actuaciones; solo la Iglesia y sus instituciones, que sirven la más alta
finalidad de la vida humana, no podrán se auxiliadas ni favorecidas.
Parece, en suma, que la igualdad de los
españoles ante la ley y la indiferencia de la confesión religiosa para la
personalidad civil y política solo existan, en orden a la Iglesia y a sus
instituciones, a fin de hacer más patente que se le crea el privilegio
constitucional de la excepción y del agravio.
Pastoral colectiva, 20 de diciembre de 1931
Ley de divorcio
CAPITULO PRIMERO
Del divorcio. Sus causas
Art. 1º El divorcio decretado por sentencia
firme por los Tribunales civiles disuelve el matrimonio, cualesquiera que
hubieran sido la forma y la fecha de su celebración.
Art. 2º Habrá lugar al divorcio cuando lo
pidan ambos cónyuges de común acuerdo, o uno de ellos por cualquiera de las
causas determinadas en esta Ley.
Art. 3º Son causas de divorcio:
1.a El adulterio no consentido o no
facilitado por el cónyuge que lo alegue.
2.a La bigamia.
3.a La tentativa del marido para prostituir
a su mujer o el conato del marido o de la mujer para corromper a sus hijos o
prostituir a sus hijas, y la connivencia en su corrupción o prostitución.
4.a El desamparo de la familia sin
justificación.
5.a El abandono culpable del cónyuge durante
un año (…).
7.a El atentado de un cónyuge contra la vida
del otro, de los hijos comunes o de los de uno de aquéllos; los malos
tratamientos de obras y las injurias graves (…).
9.a La enfermedad contagiosa y grave de
carácter venéreo contraída fuera del matrimonio y después de su celebración, y
la contraída antes y que hubiera sido ocultada culposamente al otro cónyuge al
tiempo de celebrarlo…
Gaceta de Madrid, 3 de marzo de 1932.
Azaña y el Estatuto de
Autonomía de Cataluña
No se puede entender la autonomía, no se
juzgarán jamás con acierto los problemas orgánicos de la autonomía, si no nos
libramos de una preocupación: que las regiones autónomas, no digo Cataluña, las
regiones, después que tengan la autonomía, no son el extranjero, son España,
tan España como lo son hoy; quizás más, porque estarán más contentas.
No son el extranjero, por consiguiente, no
hay que tomar respecto de las regiones autónomas las precauciones, las
reservas, las prevenciones que se tomarían con un país extranjero, con el cual
acabásemos de ajustar la paz, para la defensa de los intereses españoles. No
es eso.
Y, además, hay otra cosa. Que votadas las
autonomías, ésta y las de más allá, y creados éste y los de más allá gobiernos
autónomos, el organismo de gobierno de la región, en el caso de Cataluña, la
Generalidad, es una parte del Estado español, no es un organismo rival, ni
defensivo, ni agresivo, sino una parte integrante de la organización del Estado
de la República española. Y mientras esto no se comprenda así, señores
diputados, no entenderá nadie lo que es la autonomía. (...)
Discurso parlamentario de
Azaña en las Cortes en 1932.
Estatuto de autonomía de Cataluña
Artículo 1 °. Cataluña se constituye en
región autónoma dentro del Estado español, con arreglo a la constitución de la
República y al presente Estatuto.
Artículo 2°. El idioma catalán es, como el
castellano, lengua oficial de Cataluña. Toda disposición o
resolución oficial dictada dentro de Cataluña, deberá ser publicada en ambos
idiomas. (…)
Artículo 7. La Generalidad de
Cataluña podrá crear y sostener los centros de enseñanza en todos los grados y
órdenes que estime oportunos (…). La Generalidad se encargará de los servicios
de bellas artes, museos, bibliotecas, conservación de monumentos y archivos (…)
Artículo 8. En materia de orden público queda
reservado al Estado (…) todos los servicios de seguridad pública en Cataluña en
cuanto de carácter extrarregional o suprarregional, la policía de frontera,
inmigración, emigración, extranjería y régimen de extradición y expulsión.
Corresponderán a la Generalidad todos los demás servicios de policía y orden
interiores en Cataluña. (…)
Artículo 10. Corresponderá a la Generalidad
la legislación sobre régimen local, que reconocerá a todos los Ayuntamientos y
demás corporaciones administrativas que creen.
Artículo 11. Corresponde a la Generalidad la
legislación exclusiva en materia civil, salvo lo dispuesto en el artículo 15 de
la Constitución, y administrativa que le esté atribuida a este Estatuto.
Artículo 12. Corresponderá a la Generalidad
de Cataluña la legislación exclusiva y la ejecución directa de las funciones
siguientes: a) La legislación y ejecución de ferrocarriles, caminos, canales,
puertos y demás obras públicas de Cataluña, (…)
Artículo 14. La Generalidad estará integrada
por el Parlamento, el Presidente de la Generalidad y el Consejo Ejecutivo.
Las leyes interiores de Cataluña ordenarán el
funcionamiento de estos organismos, de acuerdo con el Estatuto y la
Constitución. El Parlamento, que ejercerá
las funciones legislativas, será elegido por un plazo no mayor de cinco años,
por sufragio universal, directo, igual y secreto. (…) El Presidente de la Generalidad asume la representación de
Cataluña. Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y
al Estado en las funciones cuya ejecución directa le esté reservada al Poder
central.
Asimismo
representa a la región en sus relaciones con la República, y al Estado en las
funciones cuya ejecución directa le esté reservada al Poder central.
El Presidente de la Generalidad será elegido
por el Parlamento de Cataluña (…). El Presidente de la Generalidad asume la
representación de Cataluña. El Presidente y los
Consejeros de la Generalidad ejercerán las funciones ejecutivas y deberán
dimitir de sus cargos en caso de que el Parlamento les negara de un modo
explícito la confianza.
Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932.
El problema agrario
En la zona cantábrica, Cataluña, Levante,
parte de Aragón y Castilla la Vieja, la tierra está parcelada y bastante
repartida. La Mancha, Extremadura y Andalucía presentan la mayor parte de su
superficie en grandes fincas y más del 60% de su riqueza se divide entre unos
pocos millares de propietarios (...). En resumen: esta ligera ojeada por las
regiones españolas muestra claramente que la gran variedad de cultivos y
productos permite al hombre obtener de los suelos y climas más diferentes
producciones elevadas, y, por lo tanto, dentro
de ciertos límites, puede decirse que los factores naturales no son un
obstáculo insuperable para la producción agropecuaria.
No necesitamos esforzarnos mucho en
demostrar que, allí donde el agricultor tiene acceso a la tierra y, sobre todo,
en donde es propietario de la superficie suficiente para emplear su actividad y
obtener la debida remuneración por su esfuerzo, no va a trabajar para otro como
no obtenga mayor remuneración. La oferta de brazos en estos sitios es pequeña y
los jornales suelen ser elevados.
En las provincias vascas, Cataluña y Levante
el jornal corriente en el campo no baja de 5 pesetas, y en verano suele ser de
6 a 7 pesetas, llegando a 10 y 12 en las épocas de recolección. En cambio, en
las provincias latifundistas la oferta de brazos es grande, y, como la demanda
es pequeña, no solo por estar acaparada la tierra, sino por explotarse
deficientemente, los jornales son bajos. En Andalucía y Extremadura se ganaban,
antes de la República, de 2,25 a 3,50 pesetas, corrientemente, según los
trabajos, y en épocas de recolección, de 4 a 6 pesetas. Hasta en la pobre
Castilla, en donde la propiedad está dividida, como en Segovia, Palencia, etc.,
los jornales son más elevados que en Andalucía.
Pascual Carrión, Conferencia en el
Ateneo de Madrid, 1933.
Puede, pues, calcularse que la riqueza
agropecuaria aumentará en más de 1.500 millones de pesetas anuales en cuanto se
haya efectuado la reforma agraria, y esta riqueza se traducirá en una demanda
de productos industriales, una actividad comercial y de toda índole, que
supondrá otra cantidad análoga por lo menos; así es que estamos seguros de que
esta gran empresa se traducirá dentro de pocos años en un aumento de la riqueza
nacional de más de 3.000 millones de pesetas anuales.
En cuanto a los beneficios sociales, no hay
que ponderar lo que supone que tengan ocupación todos los obreros agrícolas de
esas provincias y puedan llevar una vida modesta, pero que cubra sus
necesidades y les permita ser verdaderamente libres.
El bienestar y la tranquilidad se extenderán
por estas regiones hoy tan agitadas; la cultura podrá difundirse entre las
clases obreras, y una era de prosperidad y bienestar sustituirá a la actual de
miseria y estancamiento.
Esas serán las consecuencias de la reforma
agraria que tanto combaten las clases adineradas. A la vista de este porvenir,
deben reflexionar las personas sensatas y de buena fe de nuestra patria y
convencerse de la necesidad de ayudar con todo entusiasmo a esta hermosa empresa.
La República se ha preocupado desde el primer momento de ella, y uno de sus
ministros, don Fernando de los Ríos, la inició y dedicó especial atención desde
el Ministerio de Justicia, continuándola don Marcelino Domingo en el de
Agricultura. Interesa ahora no descuidarla ni un momento porque el porvenir
político social de nuestra nación depende en gran parte de esta magna reforma,
cuyo éxito deseamos muy vivamente.
Pascual Carrión, Los latifundios en España, 1932
(…) El problema de los latifundios en España
no es una entelequia inventada por unos cuantos descontentos o idealistas, sino
una cuestión grave de enorme trascendencia económica y social para nuestra
patria. No se trata solo del hecho de que unos 70’00 propietarios posean más de
6 millones de hectáreas en las regiones manchega, extremeña y andaluza, sino
también de que disfrutan la mayor parte de la riqueza que en ellas reproduce,
dejado al resto de sus habitantes en situación precaria, y, sobre todo,
impidiendo que se intensifique la producción y puedan progresar esas provincias
(…). Consecuencia de ellos son: la despoblación de los campos, el deficiente
cultivo, los jornales bajos, los arrendamientos caros, la escasa y raquítica
ganadería, y, en general, la situación precaria en que se encuentra la tercera
parte del territorio nacional (…). Ante estos hechos, es suicida y criminal
cerrar los ojos para no verlos y dejar que pasen los años y aun siglos,
como hasta ahora ha ocurrido, sin ponerles remedio. Hay, pues, que afrontar su
solución con serenidad pero con energía (…).
Pascual Carrión, Los latifundios
en España, 1932.
Ley de Bases de la Reforma Agraria
Base quinta
Serán susceptibles de expropiación las
tierras incluidas en los siguientes apartados: 1.- Las ofrecidas
voluntariamente por sus dueños, siempre que su adquisición se considere de
interés por el Instituto de Reforma Agraria.
2.- Las que se
transmitan contractualmente a título oneroso sobre las cuales y a este solo
efecto, podrá ejercitar el Estado el derecho de retracto en las mismas
condiciones que determine la legislación civil vigente.
3.- Las
adjudicadas al Estado, Región, provincia o Municipio, por razón de débito,
herencia o legado y cualesquiera otras que posean con carácter de propiedad
privada.
4.- Las fincas
rústicas de Corporaciones, fundaciones y establecimientos públicos que las
exploten en régimen de arrendamiento, aparcería o cualquiera otra forma que no
sea explotación directa, exceptuándose las tierras correspondientes a aquellas
fundaciones en que el título exija la conservación de las mismas, como
requisito de subsistencia, si bien en este caso podrán ser sometidas a régimen
de arrendamientos colectivos.
5.- Las que por
las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente por
los adquirentes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse
que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de
percibir su renta.
6.- Las que
constituyeron señoríos jurisdiccionales y que se hayan transmitido hasta llegar
a sus actuales dueños por herencia, legado o donación.
9 de septiembre de 1932
Formación de la CEDA
Hay, por último, un sector bien definido de
las derechas españolas, en el cual me encuentro, y que sostiene que hay un
problema fundamental o una serie de problemas fundamentales cuyas bases son: la
defensa de la religión y principios espirituales; la defensa de la familia,
amenazada de disolución; la de la propiedad, combatida por enemigos de ella; la
defensa del orden social, que está a punto de quedarse en manos de la anarquía.
(...) Mantenemos el programa de los principios fundamentales de la Religión,
Patria, Familia, Propiedad, Orden y Trabajo.
Gil Robles, 1932
Primera feria
del libro
La eficacia de
esta primera Feria del Libro ha sido indudable. Más que como negocio, como
propaganda, como iniciación de un camino, como siembra. Merced a esta primera
Feria, gente que no conocía los libros leerá ahora por primera vez.
(…) La venta ha
sido crecida, sobre todo en las instalaciones de libros baratos. He aquí uno de
los rasgos principales —acaso el principal— de la fiesta: el éxito
extraordinario de las publicaciones populares, asequibles por su precio a toda
clase de público. Los volúmenes baratos se han vendido por miles.
(…) Ha habido un
gran número de mujeres compradoras. Y no de libros frívolos, de novelas banales
de esas que hasta hace poco eran la lectura única de las mujeres. Libros de
alta literatura, obras de preocupación y de estudio se han visto frecuentemente
en manos de lectoras. (…)
Ha habido
también un gran contingente de obreros, de trabajadores de todas clases.
Mediada la tarde, a la hora de la salida de los talleres y las oficinas, el
paseo se llena. Centenares de personas se arraciman ante los libros expuestos.
La Libertad, 30 de abril de 1933
El punto de vista de Francisco Largo
Caballero
Lo cual nos permite hacer lo que no autoriza
la Tercera Internacional. O sea: participar en un gobierno con los republicanos
y reconocer como postulado indeclinable del socialismo científico la dictadura
transitoria y revolucionaria del proletariado.
¿Qué
suponían los periódicos burgueses? Sin duda, nos tenían por unos
socialdemocráticos, y tan tontos que, en caso de necesidad, para detener a una
dictadura fascista, pediríamos la convocatoria del cuerpo electoral...
¡El drama que se les
va a plantear a nuestros enemigos cuando adviertan que todos los socialistas
españoles estamos de acuerdo, que aquí no hay evolucionista, que todos deseamos
dejar el gobierno y que si a Besteiro, por ejemplo, tan invocado por ellos, no
le agradan –a nadie ponen alegre– las violencias de una dictadura proletaria,
menos puede satisfacer el ver al movimiento obrero destruido y a sus hombres
ejecutados por las hordas del capitalismo agonizante!
Podrá asustar a unos socialistas más, a
otros menos, la dictadura del proletariado –también le asustaba a Lenin–, pero
es un trago que se pasa gustoso en razón de su finalidad: la edificación del
socialismo, la emancipación de la sociedad de toda injusticia.
16 de agosto de 1933
Discurso pronunciado por José María Gil
Robles en el Teatro Monumental de Madrid
Pero, al mismo
tiempo, había que dar estructura a las nuevas derechas españolas. Era necesario
ir a la reconquista de España (…) con deseo de abrazar a los que vengan a
luchar las batallas por Dios y por la Patria. (…) se quería dar a España una
verdadera unidad, un nuevo espíritu, una política totalitaria. (…)
Nuestra
generación tiene encomendada una gran misión. Tiene que crear un espíritu
nuevo, fundar un nuevo Estado, una nación nueva; dejar la patria depurada de
masones, de judaizantes… (Grandes aplausos.) (…) Hemos de hacer de España una gran
nación; hemos de someter férreamente a los de arriba y a los de abajo. (Grandes
aplausos.) (…) Hay que buscar la unidad de espíritu, la
verdadera unidad nacional; (…) hacer un Estado fuerte que respete las
libertades individuales, pero que realice e imponga la armonía con los
intereses generales. El poder solo cuando venga íntegro.
Hay que ir a un
Estado nuevo, y para ello se imponen deberes y sacrificios. ¡Qué importa que
nos cueste hasta derramar sangre! Para eso nada de contubernios. No necesitamos
el poder con contubernios de nadie. Necesitamos el poder íntegro y eso es lo
que pedimos. Entre tanto no iremos al Gobierno en colaboración con nadie.
(…) La democracia no es para nosotros
un fin, sino un medio para ir a la conquista de un Estado nuevo. (Aplausos.) Llegado el momento, el
Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer.
15 de octubre de 1933
El Debate, 17 de octubre de 1933
Fundación de Falange
He aquí lo que exige nuestro sentido total
de la Patria y del Estado que ha de servirla.
Que todos los pueblos de España, por
diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.
Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie
ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos
miembros de una familia; somos todos vecinos de un municipio; nos afanamos
todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si esas son nuestras unidades
naturales, si la familia y el municipio y la corporación es en lo que de veras
vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los
partidos políticos, que, para unirnos en grupos artificiales, empiezan por
desunirnos en nuestras realidades auténticas?
Queremos menos palabrería liberal y más
respeto a la libertad profunda del hombre. Porque solo se respeta la libertad
del hombre cuando se le estima, como nosotros le estimamos, portador de valores
eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma, que es capaz de
condenarse y de salvarse.
Solo cuando al hombre se le considera así,
se puede decir que se respeta de veras su libertad, y más todavía si esa
libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de
jerarquía y de orden. (…)
Queremos que el espíritu religioso, clave de
los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado y amparado como merece
(…).
Y queremos, por último, que si esto ha de
lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia.
(…) Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero
no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las
pistolas cuando se ofende a la justicia o a la patria.
Esto es lo que pensamos nosotros del Estado
futuro que hemos de afanarnos en edificar (…).
José Antonio Primo de Rivera, Discurso del Teatro de la Comedia.
Madrid, 29 de octubre de 1933.
El programa de Falange Española
Nuestro Estado será un instrumento
totalitario al servicio de la integridad patria…
Nadie participará a través de los partidos
políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los partidos políticos con
todas sus consecuencias: sufragio inorgánico, representación por bandos en
lucha y Parlamento del tipo conocido (…).
Nos afanaremos por triunfar en la lucha con
solo las fuerzas sujetas a nuestra disciplina. Pactaremos muy poco. Solo en el
empuje final para la conquista del Estado gestionará el mando las
colaboraciones necesarias, siempre que esté asegurado nuestro predominio.
José Antonio Primo de Rivera
La cuestión del voto femenino
“El sexo débil se va volviendo fuerte”
¡Las derechas,
de enhorabuena!
El cronista es partidario de que las mujeres
no intervengan en las luchas electorales mientras que los hombres de izquierda
no hayamos podido realizar la debida propaganda (…). ¿Están acaso preparadas
para la reforma política en nuestro país las mujeres de cuarenta provincias de
las cincuenta que actualmente tiene España? ¡No; rotundamente, no! Y la mejor
prueba nos la ofrecen los curas rurales, que estos días han dado orden a sus
respectivos sacristanes de que echen las campanas al vuelo (…).
En Ávila no hay hembra que no rece diez
veces al día a santa Teresa (…). En Andalucía, pocas son las mujeres que no
veneran a san Rafael, patrón de Córdoba, y a las vírgenes de la Macarena
(Sevilla) y de las Angustias (Granada)… ¡Y para angustias las que vamos a pasar
los republicanos de la izquierda, viendo, como veremos muy pronto, que en cada
convento funciona un centro electoral bajo la advocación de ‘¡San...Jurjo!’
¡Y conste que no deseo otra cosa que
equivocarme!
Pero conste que el peligro es grande, muy
grande... Aun en nuestra misma Cataluña, pues si bien es cierto que los grandes
centros industriales predomina la mujer de sentimientos liberales, en el campo
abunda la que hace lo que le aconseja el confesor, aunque ello esté en pugna
con la voluntad del marido, del hijo o del padre”.
E. Duch Salvat
El Diluvio, 18 de noviembre de 1933.
Alocución radiada de Gil Robles ante el
cierre de campaña electoral
Obtendremos un éxito clamoroso,
constituiremos la minoría más numerosa del Parlamento; pero no asumiremos aún
las responsabilidades del poder. Gobernaremos desde fuera, ya que haremos
imponer nuestro criterio para que no se pueda actuar contra las derechas. Nos
mantendremos a la expectativa de la disolución de nuestros adversarios y de los
partidos que hoy se llaman de centro y antes fueron revolucionarios. Dejaremos
que gobiernen esos antiguos revolucionarios, alguno de los cuales ha llegado a
rezar hoy el padrenuestro. (…)
En el mundo entero están fracasando el
parlamentarismo y los excesos de la democracia. Por eso, nosotros no solo
atacamos a la Constitución en su parte dogmática, donde se encuentran todos los
atropellos a nuestra conciencia, sino también en su parte orgánica, que
contiene un exceso de democracia, el parlamentarismo que está hundiéndose en el
mundo entero. Ante estas corrientes antidemocráticas que llegan a España, las
próximas Cortes pueden suponer el desprestigio del Parlamento.
No
podemos caer envueltos en su descrédito. Las derechas deben constituir la
reserva para el porvenir, cuando hayan fracasado los partidos de centro.
No queremos, además, que el país esté dando
saltos de un extremo a otro, de la anarquía a la dictadura, de la violencia de
las masas a la violencia de la dictadura. Aspiramos a centrar la política, con
un sentido nacional inspirado en la tradición, en los principios de derecho
público cristiano, que frena los excesos de la dictadura y de la democracia. Los
partidos políticos se deshacen y surge un movimiento nacional amplio, sin
exclusivismos ni clientelas, que busca la colaboración de todos los españoles.
(…)
El Debate, 19 de noviembre de 1933.
Discurso pronunciado por Manuel Azaña en
Castellón
La necesidad de
hacer el frente único de las izquierdas para afrontar la lucha en condiciones
de victoria. Frente único que no ha podido realizarse en la mayor parte del
territorio nacional por razones sin duda respetables, pero que representan una
ventaja enorme, conseguida u otorgada, bien a nuestro pesar, a los que en la
contienda del día 19 pretenden poner en tela de juicio la esencia misma del
régimen republicano. (…)
Ninguno de
vosotros desconoce que la disolución del Parlamento (…) tiene por objeto, no un
simple cambio de política normal, en virtud de una oscilación del sentimiento
público o de la demostración del sufragio universal que la aconsejase, sino que
tiene por objeto destruir hasta la raíz lo que esta política ha representado en
el orden legislativo, en el orden de gobierno y hasta en la organización
política por la Península; porque si pudieran no se contentarían con reformar
la Constitución, con derogar las leyes orgánicas que nosotros hemos hecho
votar, sino que desarraigarían del suelo nacional las organizaciones mismas de
los partidos republicanos de izquierda y del partido socialista todo entero. (Grandes aplausos.) Y puesto que
lo que se busca en esta campaña electoral es deshacer nuestra obra, el sentido
común mismo, el instinto de conservación y la dignidad que debemos a nuestra
obra realizada y nuestros compromisos para el mañana, exigían esta coalición
que vosotros habéis formado y estáis obligados a mantener, mientras no hayamos
conseguido de nuevo la obra de gobierno y la obra legislativa que dejamos
iniciada en el Parlamento constituyente.
El Mercantil Valenciano, 14 de noviembre de 1933
Llamada a la unidad de acción entre las organizaciones
obreras de Asturias
Al proletariado asturiano:
Ante la revolución política y social por que atraviesa España y teniendo
en cuenta las probables desviaciones del actual estado de cosas, las fuerzas
obreras de la región de Asturias, que pertenecen a los 2 sectores sindicales
UGT y CNT, y la Federación socialista asturiana han formado un a alianza cuyos
objetivos son:
1.- Luchar abiertamente contra el fascismo, que intenta imponer sobre el
pueblo su característico sistema de opresión acabando con las organizaciones de
clase y con las escasas libertades y derechos establecidos en la nación.
2.—Realizar amplia labor de oposición a todo propósito de guerra en lo
que se refiere al conjunto de los países del continente europeo como igualmente
en lo que afecta al problema colonial de África...Aquellas otras entidades
obreras que de una forma seria estén dispuestas a colaborar por conseguir los
propósitos indicados pueden tramitar su ingreso en la Alianza...
Muy en breve, teniendo el gran interés con que ha de ser acogida esta
unificación de los trabajadores asturianos, el Comité de la Alianza dará a la
publicidad un manifiesto exponiendo sus puntos de vista.
Avance,
1 de abril de 1934.
Revolución de Octubre. Proclamación del Estado de
Guerra
El Presidente del Consejo de Ministros tiene
el honor de dirigirse a los españoles:
A la hora presente, la rebeldía que ha
logrado perturbar el orden público, llega a su apogeo. Afortunadamente, la
ciudadanía española ha sabido sobreponerse a la insensata locura de los mal
aconsejados, y el movimiento, que ha tenido graves y dolorosas manifestaciones
en pocos lugares del territorio, queda circunscrito, por la actividad y el
heroísmo de la fuerza pública, a Asturias y Cataluña.
En Asturias, el Ejército está adueñado de la
situación, y en el día de mañana quedará restablecida la normalidad.
En Cataluña, el Presidente de la
Generalidad, con olvido de todos los deberes que le impone su cargo, su honor y
su responsabilidad, se ha permitido proclamar el Estat Catalá.
Ante esta situación, el Gobierno de la
República ha tomado el acuerdo de proclamar el estado de guerra en todo el
país. Al hacerlo público, el Gobierno declara que ha esperado hasta agotar
todos los medios que la ley pone en sus manos, sin humillación ni quebranto de
su autoridad. En las horas de la paz no escatimó transigencia. Declarado el
estado de guerra, aplicará sin debilidad ni crueldad, pero enérgicamente, la
ley marcial. Está seguro de que ante la rebeldía social de Asturias y ante la
posición antipatriótica de un Gobierno de Cataluña, que se ha declarado
faccioso, el alma entera del país entero se levantará, en un arranque de
solidaridad nacional, en Cataluña como en Castilla, como en Aragón como en
Valencia, en Galicia como en Extremadura, y en las Vascongadas, y en Navarra, y
en Andalucía, a ponerse al lado del Gobierno para restablecer, con el imperio
de la Constitución, del Estatuto y de todas las leyes de la República, la
unidad moral y política, que hace de todos los españoles un pueblo libre, de
gloriosas tradiciones y glorioso porvenir.
Todos los españoles sentirán en el rostro el
sonrojo de la locura que han cometido unos cuantos. El Gobierno les pide que no
den asilo en su corazón a ningún sentimiento de odio contra pueblo alguno de
nuestra Patria. El patriotismo de Cataluña sabrá imponerse allí mismo en la
locura separatista y sabrá conservar las libertades que le ha reconocido la
República bajo un Gobierno que sea leal a la Constitución.
En Madrid, como en todas partes, una
exaltación de la ciudadanía nos acompaña.
Con ella y bajo
el imperio de la ley vamos a seguir la gloriosa historia de España.
Gaceta de Madrid, 7 de octubre de
1934
Último manifiesto
de los líderes obreros a los mineros asturianos antes de la rendición
La
lucha entre el capital y el trabajo no ha terminado, ni podrá terminar en
tanto que los obreros y campesinos no sean dueños absolutos del poder. El hecho
de organizar la paz con nuestros enemigos no quiere decir que reneguemos de la
lucha de clases. No. Lo que hoy hacemos es, simplemente, un alto en el camino, en el cual
subsanaremos nuestros errores para no volver a caer en los mismos.
18 de
octubre de 1934
La visión de Salvador de Madariaga sobre
la revolución de 1934
El alzamiento de 1934 es imperdonable. La
decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida
desde hacía ya tiempo. El argumento de que Gil-Robles intentaba destruir la
Constitución para instaurar el fascismo era a la vez hipócrita y falso.
Hipócrita, porque todo el mundo sabía que
los socialistas de Largo Caballero estaban arrastrando a los demás a una
rebelión contra la Constitución de 1931 sin consideración alguna para lo que se
proponía o no Gil-Robles; y, por otra parte, a la vista está que el presidente
Companys y la Generalitat entera violaron también la Constitución. ¿Con qué fe
vamos a aceptar como heroicos defensores de la República de 1931, contra sus
enemigos más o menos ilusorios de la derecha, a aquellos mismos que para
defenderla la destruían? Pero el argumento era, además, falso, porque si
Gil-Robles hubiera tenido la menor intención de destruir la Constitución del 31
por la violencia, ¿qué ocasión mejor que la que proporcionaron sus adversarios
lanzándose contra la misma Constitución en Octubre de 1934, precisamente cuando
él, desde el poder, pudo, como reacción, haberse declarado en dictadura? Lejos
de haber demostrado en los hechos apego al fascismo y desapego al
parlamentarismo, Gil- Robles salió de estas crisis convicto y confeso
parlamentario, a punto de que dejó de ser, si jamás lo había sido, persona
grata para los fascistas (…).
Con la rebelión de 1934, la izquierda española
perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936”.
Manifiesto del Bloque
Nacional
España, pues, ante todo y sobre todo. Una
España auténtica, fiel a su historia y a su propia imagen: una e indivisible.
De aquí la primera línea de nuestro programa de acción: defensa a vida o muerte
y exaltación frenética de la unidad española que la Monarquía y el pueblo
labraron juntos a lo largo de quince siglos (…) el hecho católico fue factor
decisivo y determinante en la formación de nuestra nacionalidad.
Creemos caducado el sistema político que,
nacido de la Revolución Francesa, sirve de soporte a las actuales instituciones
y, como Cánovas predijera, nos arrastra al comunismo. El futuro Estado ha de
fundarse sobre el deber tanto como sobre el derecho. Los derechos naturales
inherentes a la personalidad humana han de ser reconocidos y garantizados por
el Estado, de conformidad con su distinto rango, sin que ninguno de ellos quepa
al absolutismo. Su mejor garantía será la organización de un Estado fuerte
capaz de frenar el abuso con que pretenden ejercerlos o monopolizarlos núcleos
o masas indisciplinadas.
Queremos un estado integrador que, a
diferencia del Estado anárquico actual, imponga su peculiar autoridad sobre
todas las clases, sean sociales o económicas. La era ruinosa de la lucha de
clases está tocando a su fin.
Os proponemos, por tanto, españoles, la
constitución de un Bloque Nacional que tenga como objetivo la conquista del
Estado.
8 de diciembre de 1934
Discurso de Largo Caballero
en Madrid
La clase burguesa y sus representantes
entienden que se ha llegado ya a la meta de las instituciones políticas en
nuestro país, y tenemos que decirles que no; la República no es inmutable; la
República burguesa no es invariable; la República burguesa no es una
institución que nosotros tengamos que arraigar de tal manera que haga imposible
el logro de nuestras aspiraciones. ¿De qué manera? ¡Como podamos! Nuestra
aspiración es la conquista del poder político. ¿Procedimiento? ¡El que podamos
emplear! Los que nos hablan tanto de la legalidad, lo primero que tienen que
hacer es ser respetuosos con la ley para no obligar a la clase trabajadora a
salirse de ella. Todos los actos que la clase obrera ha realizado que pueden
considerarse ilegales, han sido provocados por la ilegalidad de los que
gobernaban. Y nosotros, los trabajadores, entendemos que la República burguesa
hay que transformarla en una República socialista, socializando los medios de
producción.
Enero de 1936
El programa del Frente Popular
El programa mínimo aceptado por todos los
partidos que intervenían en él, incluía los siguientes puntos fundamentales:
1.- Amnistía
total para los insurrectos de 1.934 y para todos los acusados de atentados
político-sociales desde 1.933 y procesamiento de todos los culpables de
"actos de violencia" al reprimirlos atentados políticos.
2.- Reposición en
sus puestos de todos los trabajadores y empleados públicos despedidos por
causas políticas y compensación plena de todas las pérdidas sufridas por ellos.
3.- Reforma del
Tribunal de Garantías Constitucionales para excluir la influencia conservadora;
reforma del sistema judicial con el objeto de establecer su independencia,
promulgar la justicia social y acelerar su rapidez y eficacia.
4.- Restauración
de la autoridad de todos los apartados de la constitución republicana; reforma
de las cortes y de su estructura de comité; aprobación de la legislación
orgánica que garantice el funcionamiento de los gobiernos provincial y
municipal; reforma de la ley de orden público con el objeto des obtener mayores
garantías para los derechos individuales.
5.- Continuación
de la reforma agraria; arrendamientos menores y mayor seguridad para los
pequeños propietarios; reducción de los impuestos y de las tasas de intereses a
los pequeños propietarios; ayuda técnica acrecentada para los pequeños
propietarios.
6.- Protección de
los pequeños productores y los pequeños empresarios; reforma de los impuestos y
las tarifas industriales; estímulo a la producción; ampliación de las obras públicas.
7.- Sujeción del
funcionamiento del Banco de España al interés público; reglamentación y mejora
del funcionamiento de los bancos y las instituciones de ahorro.
8.- Restauración
de toda la legislación social de 1.931-33; aumento de salarios; amplio programa
de -viviendas sociales; ex tensión de la educación a todos los niveles.
Este programa era, fundamentalmente,
socialdemócrata reformista. A pesar de muchas afirmaciones, desbordaba en
algunos aspectos la posición original de la izquierda republicana, pero se
alejaba de la obsesión anticlerical que, en el pasado, le había restado tantas
energías.
Los partidos
republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista,
en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores. Federación
Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista,
Partido Obrero de Unificación Marxista , sin perjuicio de dejar a salvo los
postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que
sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la
inmediata contienda electoral y de norma de gobierno que habrán de desarrollar
los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en
el caso de victoria. Declaran ante la opinión pública las bases y los límites
de su coincidencia política y. además, la ofrecen a consideración de las
restantes organizaciones republicanas y obreras por si estiman conveniente a
los intereses nacionales de la República venir a integrar en tales condiciones
el bloque de izquierdas que debe luchar frente a la reacción en las elecciones
generales de diputados a Cortes (...).
Los partidos (…)
sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a
comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la
coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral. (…)
I. 1º A conceder
por ley una amplia amnistía de los delitos político-sociales cometidos
posteriormente a noviembre de 1933, aunque no hubieran sido considerados como
tales por los tribunales. (…)
III. Los republicanos no aceptan el
principio de la nacionalización de la tierra y su entrega gratuita a los
campesinos, solicitada por los delegados del partido socialista. Consideran
convenientes las siguientes medidas, que proponen la redención del campesino y
del cultivador medio y pequeño (…): Rebaja de impuestos y tributos. Represión
especial de la usura. Disminución de rentas abusivas. (…) revisarán los
desahucios practicados. Consolidarán en la propiedad, previa liquidación, a los
arrendatarios antiguos y pequeños. Dictarán nueva ley de Arrendamientos que
asegure: la estabilidad en la tierra; la modicidad en la renta, (…) y el acceso
a la propiedad de la tierra que se viniera cultivando durante cierto tiempo.
Llevarán a cabo una política de asentamiento de familias campesinas, dotándolas
de los auxilios técnicos y financieros precisos. (…) Derogarán la ley que
acordó la devolución y el pago de las fincas a la nobleza (…) Dictarán normas para el rescate de bienes
comunales. (…)
VII. La República que conciben los partidos
republicanos no es una República dirigida por motivos sociales o económicos de
clase, sino un régimen de libertad democrática, impulsado por razones de
interés público y progreso social. Pero precisamente por esa definida razón, la
política republicana tiene el deber de elevar las condiciones morales y
materiales de los trabajadores hasta el límite máximo que permita el interés
general de la producción, sin reparar, fuera de este tope, en cuantos
sacrificios hayan de imponerse a todos los privilegios sociales y económicos.
[…]
VIII. La República tiene que considerar la
enseñanza como atributo indeclinable del Estado, en el superior empeño de
conseguir en la suma de sus ciudadanos el mayor grado de conocimiento y, por
consiguiente, el más amplio nivel moral por encima de razones confesionales y
de clase social. (…)
Los partidos coligados repondrán en su vigor
la legislación autonómica votada por las Cortes constituyentes y desarrollarán
los principios autonómicos consignados en la Constitución.
El Socialista, 16 de enero de 1936.
Propaganda de
la CEDA 1936
ACCIÓN POPULAR
¡CONTRA LA REVOLUCIÓN Y SUS CÓMPLICES!
Revolución o contrarrevolución.
Anti-España o España.
O ellos o nosotros.
Quien se abstenga de votar es un traidor y un criminal.
El que siendo propietario de algo no ayuda al Frente
contrarrevolucionario es un suicida y un insensato.
Hay que aplastar la Revolución.
El marxismo no pasará.
Todo el poder para el JEFE.
¡VOTAD A ESPAÑA!
¡CONTRA LA REVOLUCIÓN Y SUS CÓMPLICES!
Elector:
Si quieres conservar el bienestar que disfrutas,
sacrifica tu egoísmo el próximo 16 de febrero, y aunque tengas que hacer cola
como vulgar ciudadano, no dejes de votar.
EN LAS PASADAS ELECCIONES NO LO HICISTE.
¿Te lo impidió una gran enfermedad?
¿O, por el contrario, fue la satisfacción de un capricho,
o lo que es peor, tu cobardía, la causa de que no cumplieras tu deber de
ciudadano?
TU VOTO HACE FALTA A ESPAÑA.
Que tu nombre no haya de ser execrado por los buenos
españoles.
Las instrucciones del general
Emilio Mola
Base 1ª. La conquista del poder ha de
efectuarse aprovechando el primer momento favorable, y a ella han de contribuir
las Fuerzas Armadas, conjuntamente con las aportaciones que en hombres y
elementos de todas clases faciliten a los grupos políticos, sociedades e individuos
asilados que no pertenezcan a partidos, sectas y sindicatos que reciben
inspiraciones del extranjero: socialistas, masones, anarquistas, comunistas…
Base 5ª. Se tendrá en cuenta que la acción
ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es
fuerte y bien organizado. Desde luego, serán encarcelados todos los directivos
de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento,
aplicándose castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los
movimientos de rebeldía o huelgas.
Instrucción reservada nº 1, 25 de abril de 1936
Congreso de Zaragoza de la Confederación
Nacional del Trabajo
Considerando que es ferviente deseo de la
clase obrera española el derrocamiento del régimen político y social existente,
(…) esta ponencia entiende:
Que la Confederación Nacional de Trabajo de
España debe dirigirse oficial y públicamente a la UGT, emplazándola para la
aceptación de un pacto revolucionario, bajo las siguientes bases fundamentales:
1º La UGT al firmar el Pacto de la Alianza
revolucionaria reconoce explícitamente el fracaso del sistema de colaboración
política y parlamentaria. Como consecuencia lógica de dicho reconocimiento,
dejará de prestar toda clase de colaboración política y parlamentaria al actual
régimen imperante.
2º Para que sea una realidad efectiva la
revolución social, hay que destruir completamente el régimen político y social
que regula la vida del país.
3º La nueva regularización de convivencia,
nacida del hecho revolucionario, será determinada por la libre elección de los
trabajadores reunidos libremente. (…)
Terminado el aspecto
violento de la revolución, se declaran abolidos: la propiedad privada, el
estado, el principio de autoridad (…).
Socializada la riqueza, las organizaciones
de los productores, ya libres, se encargarán de la administración directa de la
producción y del consumo (…).
Reunidos en sus sindicatos
y en los lugares de trabajo, determinarán libremente la forma en que este ha de
ser organizado.
La Comuna Libre se incautará de cuanto antes
detentada la burguesía, tal como víveres, ropas, calzado, materias primas,
herramientas de trabajo, etc. Estos útiles de trabajo y materias primas deberán
pasar a poder de los productos para que estos los administren directamente en
beneficio de la colectividad.
En conclusión proponemos:
La creación de la Comuna como entidad
política y administrativa.
La
Comuna será autónoma y confederada al resto de las Comunas.
Las Comunas se defenderán comarcal y
regionalmente, fijando a voluntad sus límites geográficos.
(…) El conjunto de
estas Comunas constituirá una Confederación Ibérica de Comunas Autónomas Libertarias.
La religión, manifestación puramente
subjetiva del ser humano, será reconocida en cuanto permanezca relajada al
sagrario de la conciencia individual, pero en ningún caso podrá ser considerada
como forma de ostentación pública ni de coacción moral ni intelectual.
Los individuos serán
libres para concebir cuantas ideas morales tengan por conveniente,
desapareciendo todos los ritos.
1-10 de mayo de 1936
Discurso de Calvo Sotelo en el
Parlamento
Frente a ese Estado estéril, yo levanto el
concepto de Estado integrador, que administre la justicia económica y que pueda
decir con plena autoridad: “no más huelgas, no más intereses usurarios, no más
fórmulas financieras de capitalismo abusivo, no más salarios de hambre, no más
salarios políticos no ganados con un rendimiento afortunado, no más libertad
anárquica, no más destrucción criminal contra la producción, que la producción
nacional está por encima de todas las clases, de todos los partidos y de todos
los intereses. A este Estado le llaman muchos Estado fascista; pues si ése es
el Estado fascista, yo, que participio en la idea de ese Estado, yo creo en él,
me declaro fascista. No creo que exista actualmente en el ejército español… un
solo militar dispuesto a sublevarse a favor de la Monarquía y en contra de la
República. Si lo hubiera sería un loco… aunque también sería un loco el militar
que no estuviera dispuesto a sublevarse a favor de España y en contra de la
anarquía, si ésta se produjera.
Diario de sesiones del Parlamento, 16 de junio de 1936
Una conspiración militar apoyada por la
derecha
Porque, señor Gil Robles, no se puede negar
que estáis organizando un complot en España. Recientemente, hace dos o tres
días, en vista de ese peligro, se han reunido las fuerzas obreras; se han
puesto de acuerdo en diez minutos y han acudido al Gobierno para ofrecerle toda
su fuerza, a fin de defender la República. Y eso lo hacemos porque estamos
completamente seguros de que en muchas provincias de España (…) se están
haciendo preparativos para el golpe de Estado, que no dejáis de la mano un día
tras otro. ¡Tened cuidado! Todos nos hallamos vigilantes, a fin de que no
podáis llevar a cabo vuestros intentos, porque, de hacerlo así, llevaréis a
España por el camino por el que la habéis llevado en esos dos años de
represión, de hambre y de descrédito para el país. Nosotros no queremos esa
España, sino una España democrática, donde haya bienestar para los obreros y
para la clases populares; lo que queremos es una España moderna, que se ponga a
la altura de un país civilizado, y no una España al estilo de aquella España
inquisitorial, que es lo que ha representado vuestra política en todo el
período represivo que sucedió al movimiento de octubre.
No queréis acatar lo que ha representado el
triunfo del 16 de febrero, y de ahí toda vuestra política y vuestra actuación
en el sentido que he indicado. Es el noventa por ciento del pueblo español el
que está de acuerdo con el régimen republicano, con un régimen democrático y es
el diez por ciento restante el que no pierde ocasión de buscar todos los
procedimientos de provocación.
José Díaz, secretario general del
Partido Comunista, discurso en las Cortes.
15 de julio de 1936
Hacia la Guerra Civil
¿Qué lecciones principales cabe deducir del
periodo histórico reseñado? Ante todo, el fracaso, sin paliativos de la segunda
República. Fracaso en el que se destaca, tal vez con más vigor que en ningún
otro momento de la vida contemporánea española, una de las más acusadas
características de nuestra psicología colectiva: la intransigencia (...)
La convivencia llegó a revelarse como algo
imposible. Las diferencias políticas fueron transformándose en auténticas
hostilidades, y cuando ocuparon el poder quienes propugnaban una política de
revancha, España se convirtió en un teatro de violencias y atropellos, abocado fatalmente
a la guerra civil. Los adversarios terminaron por enfrentarse en una lucha sin
cuartel, que sembró el país de ruinas e hizo correr a torrentes la sangre, no
sólo en los campos de batalla, sino también en la retaguardia de los dos bandos
rivales.
José María Gil Robles, No fue posible la paz.
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